Covid-19, el aliado secreto en la lucha contra el microtráfico
La crisis sanitaria que vive el país y el mundo trajo consigo muchos fenómenos inesperados o impredecibles en la salud, la economía, la educación y muchos otros sectores más. Y aunque parezca algo extraño, también ha significado uno de los golpes más efectivos en la lucha contra el...



La crisis sanitaria que vive el país y el mundo trajo consigo muchos fenómenos inesperados o impredecibles en la salud, la economía, la educación y muchos otros sectores más. Y aunque parezca algo extraño, también ha significado uno de los golpes más efectivos en la lucha contra el microtráfico, específicamente en la ciudad de Tarija.
El mercado para el cannabis en la región es bastante amplio, y uno de sus consumidores, Marco (nombre ficticio), afirma que desde el inicio de la cuarentena esta sustancia controlada ha comenzado a escasear y, por lo tanto, también a subir de precio.
Pero a esto, se suma el trabajo realizado por la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), cuyo director, el mayor Jorge Saravia Jaldín, calificó como positivo el trabajo desarrollado durante los primeros meses de la gestión, pues dijo que además del efecto cuarentena se han ejecutado diferentes operativos.
“A la fecha se tiene los siguientes resultados: 202 operativos realizados, 39 personas aprehendidas, el secuestro de: 89.580 gramos de cocaína, 13.431 gramos de marihuana, 2 inmuebles, 6 vehículos, 2 armas de fuego, 22.000 bolivianos y la retención de 789 libras de hoja de coca”, detalló.
Saravia indicó que estos trabajos se han realizado tanto en el área urbana como rural, afectando no solamente al tema de microtráfico, sino abordando el tema de manera integral, abarcando también la interdicción en la fabricación y el transporte.
La marihuana en Tarija
Entre un lamento y una risa, Marco comenta que la marihuana no se ha librado del fenómeno de la especulación y su precio ha subido abismalmente.
Normalmente se comercializaban tres tipos de hierba en Tarija, por una parte, está la “criolla” que es la más barata y se vendía entre 5 y 10 bolivianos el gramo, la “skunk” que la obtenían entre Bs 15 y 30 y la “creepy”, con un precio algo mayor.
Durante la cuarentena paulatinamente han desaparecido de circulación la “creepy” y en parte también la “skunk”, quedando solamente la “criolla”, pero ya no a 5 o 10 bolivianos, sino a más o menos Bs 100 los cinco gramos, que es el precio que tiene que pagar el consumidor final.
La oferta y la demanda regulan el mercado de cualquier producto, y este caso no es la excepción, que al escasear el cannabis su precio se ha elevado considerablemente. ¿Por qué?, pues porque sus consumidores prefieren pagar más a no acceder a ella, al menos es lo que dice Marco con un tono de resignación: “Sí, la verdad es que igual compro, ahora la criolla cara nomás, jaja”.
En cuanto a cómo conseguir el suministro de “hierba”, cuenta que las cadenas de distribución ya están más o menos establecidas y cada consumidor habitual ya tiene uno o más “dealers o distribuidores” a los que acude regularmente mediante una llamada o mensaje de texto. En caso de que esa persona no tenga, podría intentar conseguir por su lado.
Eso no significa que no existan ventas en lugares ya establecidos. Anteriormente esto era mucho más recurrente en espacios como bares y discotecas, pero por la cuarentena también se ha restringido esto a vendedores y consumidores.
También hay algunos puntos en diferentes barrios u otros sitios públicos, pero los que consumen de manera regular prefieren “no ser banderas” y recurrir a los que ya son sus conocidos, por miedo a que puedan encontrarse con algún “buzo” de la Policía.
Entonces, entre las restricciones al funcionamiento de bares, el desabastecimiento y el incremento en el precio de la marihuana, se ha logrado que el consumo y circulación de esta sustancia no controlada se reduzca considerablemente.
Recomendaciones
Como director de la FELCN, Saravia explicó que el problema de las drogas en Tarija adquiere complejidades especiales “que demandan entender que en la actualidad esta problemática es resultado de una sociedad que está inmersa en una crisis de valores”.
Al ser los adolescentes el grupo etario más vulnerable a incursionar en el consumo de sustancias controladas, la autoridad señaló que se iniciaron diferentes campañas de socialización dirigidas a estudiantes, maestros y padres de familia.
“Cuando los padres de familia y docentes tienen un buen nivel de comunicación, preocupación y atención a sus hijos y estudiantes, respectivamente, disminuye la probabilidad de consumo”, añadió.
En ese marco, las campañas están dirigidas a que los padres sepan dónde van sus hijos, con quiénes se relacionan, cuáles son sus intereses, cómo dar apoyo emocional y dar una información oportuna sobre los riesgos del consumo de sustancias controladas, en base a eso impulsar otro tipo de actividades artísticas o deportivas para desarrollar las aptitudes de los menores.
El mercado para el cannabis en la región es bastante amplio, y uno de sus consumidores, Marco (nombre ficticio), afirma que desde el inicio de la cuarentena esta sustancia controlada ha comenzado a escasear y, por lo tanto, también a subir de precio.
Pero a esto, se suma el trabajo realizado por la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN), cuyo director, el mayor Jorge Saravia Jaldín, calificó como positivo el trabajo desarrollado durante los primeros meses de la gestión, pues dijo que además del efecto cuarentena se han ejecutado diferentes operativos.
“A la fecha se tiene los siguientes resultados: 202 operativos realizados, 39 personas aprehendidas, el secuestro de: 89.580 gramos de cocaína, 13.431 gramos de marihuana, 2 inmuebles, 6 vehículos, 2 armas de fuego, 22.000 bolivianos y la retención de 789 libras de hoja de coca”, detalló.
Saravia indicó que estos trabajos se han realizado tanto en el área urbana como rural, afectando no solamente al tema de microtráfico, sino abordando el tema de manera integral, abarcando también la interdicción en la fabricación y el transporte.
La marihuana en Tarija
Entre un lamento y una risa, Marco comenta que la marihuana no se ha librado del fenómeno de la especulación y su precio ha subido abismalmente.
Normalmente se comercializaban tres tipos de hierba en Tarija, por una parte, está la “criolla” que es la más barata y se vendía entre 5 y 10 bolivianos el gramo, la “skunk” que la obtenían entre Bs 15 y 30 y la “creepy”, con un precio algo mayor.
Durante la cuarentena paulatinamente han desaparecido de circulación la “creepy” y en parte también la “skunk”, quedando solamente la “criolla”, pero ya no a 5 o 10 bolivianos, sino a más o menos Bs 100 los cinco gramos, que es el precio que tiene que pagar el consumidor final.
La oferta y la demanda regulan el mercado de cualquier producto, y este caso no es la excepción, que al escasear el cannabis su precio se ha elevado considerablemente. ¿Por qué?, pues porque sus consumidores prefieren pagar más a no acceder a ella, al menos es lo que dice Marco con un tono de resignación: “Sí, la verdad es que igual compro, ahora la criolla cara nomás, jaja”.
En cuanto a cómo conseguir el suministro de “hierba”, cuenta que las cadenas de distribución ya están más o menos establecidas y cada consumidor habitual ya tiene uno o más “dealers o distribuidores” a los que acude regularmente mediante una llamada o mensaje de texto. En caso de que esa persona no tenga, podría intentar conseguir por su lado.
Eso no significa que no existan ventas en lugares ya establecidos. Anteriormente esto era mucho más recurrente en espacios como bares y discotecas, pero por la cuarentena también se ha restringido esto a vendedores y consumidores.
También hay algunos puntos en diferentes barrios u otros sitios públicos, pero los que consumen de manera regular prefieren “no ser banderas” y recurrir a los que ya son sus conocidos, por miedo a que puedan encontrarse con algún “buzo” de la Policía.
Entonces, entre las restricciones al funcionamiento de bares, el desabastecimiento y el incremento en el precio de la marihuana, se ha logrado que el consumo y circulación de esta sustancia no controlada se reduzca considerablemente.
Recomendaciones
Como director de la FELCN, Saravia explicó que el problema de las drogas en Tarija adquiere complejidades especiales “que demandan entender que en la actualidad esta problemática es resultado de una sociedad que está inmersa en una crisis de valores”.
Al ser los adolescentes el grupo etario más vulnerable a incursionar en el consumo de sustancias controladas, la autoridad señaló que se iniciaron diferentes campañas de socialización dirigidas a estudiantes, maestros y padres de familia.
“Cuando los padres de familia y docentes tienen un buen nivel de comunicación, preocupación y atención a sus hijos y estudiantes, respectivamente, disminuye la probabilidad de consumo”, añadió.
En ese marco, las campañas están dirigidas a que los padres sepan dónde van sus hijos, con quiénes se relacionan, cuáles son sus intereses, cómo dar apoyo emocional y dar una información oportuna sobre los riesgos del consumo de sustancias controladas, en base a eso impulsar otro tipo de actividades artísticas o deportivas para desarrollar las aptitudes de los menores.