Un perro salchicha se hinchó como un globo
La extraña y conmovedora historia de un perro salchicha que vive en Reino Unido recorrió el mundo. El pequeño debió someterse a una peligrosa cirugía luego de haberse inflado con un globo. La familia de Trevor lo llevó de urgencia a una guardia veterinaria luego de que la mascota se haya...



La extraña y conmovedora historia de un perro salchicha que vive en Reino Unido recorrió el mundo. El pequeño debió someterse a una peligrosa cirugía luego de haberse inflado con un globo.
La familia de Trevor lo llevó de urgencia a una guardia veterinaria luego de que la mascota se haya inflado inmensamente en cuestión de horas. Su dueña, Jessica Jennings, pensó que el animal estaba más gordo pero, instantes después el canino aumentó tres veces su tamaño normal.
Al llegar al veterinario, profesionales le hicieron radiografías y encontraron que el animal tenía un orificio en su tráquea. Cada vez que el salchicha inhalaba aire, se filtraba por ese agujero y el aire ingresaba a sus músculos.
El animal fue sometido a una delicada cirugía. Veterinarios abrieron al perro para coserle la herida en la tráquea y volvieron a cerrarlo. Además, le hicieron un tajo en su piel para que el aire comenzara a salir. “Era como un globo inmóvil que sólo podía mover las órbitas de sus ojos. Se volvía más y más grande. No había una definición de dónde estaba su cabeza, su cuello, su cuerpo, sus piernas”, describió la dueña del animal.
La familia de Trevor lo llevó de urgencia a una guardia veterinaria luego de que la mascota se haya inflado inmensamente en cuestión de horas. Su dueña, Jessica Jennings, pensó que el animal estaba más gordo pero, instantes después el canino aumentó tres veces su tamaño normal.
Al llegar al veterinario, profesionales le hicieron radiografías y encontraron que el animal tenía un orificio en su tráquea. Cada vez que el salchicha inhalaba aire, se filtraba por ese agujero y el aire ingresaba a sus músculos.
El animal fue sometido a una delicada cirugía. Veterinarios abrieron al perro para coserle la herida en la tráquea y volvieron a cerrarlo. Además, le hicieron un tajo en su piel para que el aire comenzara a salir. “Era como un globo inmóvil que sólo podía mover las órbitas de sus ojos. Se volvía más y más grande. No había una definición de dónde estaba su cabeza, su cuello, su cuerpo, sus piernas”, describió la dueña del animal.