Una mujer fue atropellada a propósito, buscan al marido
Amador, la pareja sentimental de Dolores Vargas Silva, está en paradero desconocido desde el sábado, y Sevilla podría ser la ciudad donde estuviese oculto. La Guardia Civil lo busca desde entonces como el presunto autor de la cruel muerte de la mujer, de 31 años. Su cadáver fue localizado el...



Amador, la pareja sentimental de Dolores Vargas Silva, está en paradero desconocido desde el sábado, y Sevilla podría ser la ciudad donde estuviese oculto. La Guardia Civil lo busca desde entonces como el presunto autor de la cruel muerte de la mujer, de 31 años. Su cadáver fue localizado el pasado sábado a pocos metros de una cuneta de la A-5 (autovía del Suroeste) en la provincia de Toledo en Argentina.
Ella murió salvajemente asesinada en el punto kilométrico 56 sentido Extremadura, a la altura de la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar. La pareja llegó hasta allí por un camino de tierra que discurre paralelo a la A-5 y que separado de la autovía por un vallado.
Luego el automóvil conducido por Amador pasó por encima del cuerpo de Dolores varias veces antes de que el hombre lo abandonase entre el vallado y el camino de tierra, según ha podido saber ABC. El cadáver, indocumentado, fue localizado por un conductor minutos antes de las ocho de la mañana. Algunas de las prendas que vestía Dolores estaban rasgadas, probablemente por las veces que pasó por encima el automóvil que conducía Amador.
Por ello la Guardia Civil atribuye al responsable en principio un homicidio doloso por un atropello intencionado, y se trataría de un caso de violencia machista. Esta hipótesis policial contrasta radicalmente con las palabras del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el pasado martes al mediodía. Cuatro horas después del hallazgo del cadáver, aseguró que la víctima había fallecido en un accidente de tráfico y no por violencia de género, «como apuntaban algunos rumores», apostilló el ministro.
Familiares de Dolores afirman que la pareja, que vivía en Carabanchel (Madrid), acudió a una fiesta de cumpleaños del viernes. Desde entonces no se supo más de Dolores hasta horas más tarde, cuando su cadáver fue hallado a unos metros de la cuneta de la A-5, a unos 50 kilómetros de su residencia.
De Amador tampoco se tienen noticias ciertas. Algunos miembros de su familia más directa llegaron a Sevilla desde Madrid el sábado por la noche, quizá huyendo de las represalias que pudieran tomar familiares de Dolores.
Ella murió salvajemente asesinada en el punto kilométrico 56 sentido Extremadura, a la altura de la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar. La pareja llegó hasta allí por un camino de tierra que discurre paralelo a la A-5 y que separado de la autovía por un vallado.
Luego el automóvil conducido por Amador pasó por encima del cuerpo de Dolores varias veces antes de que el hombre lo abandonase entre el vallado y el camino de tierra, según ha podido saber ABC. El cadáver, indocumentado, fue localizado por un conductor minutos antes de las ocho de la mañana. Algunas de las prendas que vestía Dolores estaban rasgadas, probablemente por las veces que pasó por encima el automóvil que conducía Amador.
Por ello la Guardia Civil atribuye al responsable en principio un homicidio doloso por un atropello intencionado, y se trataría de un caso de violencia machista. Esta hipótesis policial contrasta radicalmente con las palabras del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el pasado martes al mediodía. Cuatro horas después del hallazgo del cadáver, aseguró que la víctima había fallecido en un accidente de tráfico y no por violencia de género, «como apuntaban algunos rumores», apostilló el ministro.
Familiares de Dolores afirman que la pareja, que vivía en Carabanchel (Madrid), acudió a una fiesta de cumpleaños del viernes. Desde entonces no se supo más de Dolores hasta horas más tarde, cuando su cadáver fue hallado a unos metros de la cuneta de la A-5, a unos 50 kilómetros de su residencia.
De Amador tampoco se tienen noticias ciertas. Algunos miembros de su familia más directa llegaron a Sevilla desde Madrid el sábado por la noche, quizá huyendo de las represalias que pudieran tomar familiares de Dolores.