Agenda verde
Las sequías se extienden por el planeta
El fenómeno no es exclusivo de Bolivia, aunque es uno de los países más vulnerables del mundo. Con las sequías e inundaciones incrementadas por el cambio climático, unos 3600 millones de personas tienen un acceso inadecuado al agua en el planeta.



La sequía no es una cuestión exclusiva de Tarija ni de Bolivia; grandes zonas del planeta han registrado sequías más allá de lo normal en los últimos meses y unos 3.500 millones de personas tienen acceso inadecuado al agua al menos una vez al mes, indicó el más reciente informe de las Organización Meteorológica Mundial (OMM), que atribuyó ese negativo proceso al cambio climático.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, dijo que “los impactos del cambio climático se dejan sentir a menudo a través del agua con sequías más intensas y frecuentes, inundaciones más extremas, precipitaciones estacionales más erráticas y derretimiento acelerado de los glaciares”; estos cuatro síntomas se aprecian con facilidad en Bolivia, uno de los países más vulnerables al cambio climático.
“Todo ello tiene efectos en cascada sobre las economías, los ecosistemas y todos los aspectos de nuestra vida cotidiana”, agregó Taalas.
El informe sobre “El estado de los recursos hídricos mundiales” destaca que entre las zonas inusualmente secas se encuentra el área del Río de la Plata en Sudamérica, del que forman parte tanto el río Pilcomayo como el río Bermejo, que tienen su origen en lo alto de los Andes. En ambas cuencas padecen persistente sequía que afecta a la región desde 2019.
En África, grandes ríos como el Níger, el Volta, el Nilo y el Congo tuvieron un caudal inferior a la media en 2021. La misma tendencia se observó en los ríos de algunas zonas de Rusia, Siberia occidental y Asia central.
Por contraste, hubo volúmenes fluviales por encima de lo normal en algunas cuencas de América del Norte, el norte del Amazonas y Sudáfrica, así como en la cuenca del río Amur de China y el norte de la India.
Aparte de las variaciones de los caudales fluviales, el almacenamiento global de agua terrestre se clasificó como inferior a lo normal en la costa occidental de Estados Unidos, en el centro de Sudamérica y la Patagonia, en el norte de África y Madagascar, en Asia Central y Oriente Medio, en Pakistán y en el norte de la India.
Fue superior a lo normal en el centro de África, el norte de Sudamérica -en concreto la cuenca del Amazonas- y el norte de China.
“En general, las tendencias negativas son más fuertes que las positivas”, advirtió la OMM, agencia de las Naciones Unidas para el tiempo, el clima y el agua, con sede en esta ciudad suiza.
Recordó que “los cambios en los recursos hídricos de la criosfera afectan a la seguridad alimentaria, la salud humana, la integridad y el mantenimiento de los ecosistemas, con importantes repercusiones en el desarrollo económico y social”.
La criosfera, es decir, los glaciares, la capa de nieve, los casquetes de hielo polares y, cuando existe, el permafrost (capa de suelo permanentemente congelado), es la mayor reserva natural de agua dulce del mundo.
Sus cambios a veces provocan inundaciones fluviales y crecidas repentinas debido a los desbordamientos de los lagos glaciares.
Con el aumento de las temperaturas, la escorrentía anual de los glaciares suele aumentar al principio, hasta que se alcanza un punto de inflexión, a menudo llamado «pico de agua», a partir del cual la escorrentía disminuye.
Con los excesos de sequías e inundaciones, 3.600 millones de los 8.000 habitantes del planeta tienen un acceso inadecuado al agua al menos un mes al año, y se teme que esa cifra aumente a 5.000 millones para 2050.
“Y, sin embargo, no se conocen suficientemente los cambios en la distribución, la cantidad y la calidad de los recursos de agua dulce”, observó Taalas.
El informe de la OMM “pretende colmar esa laguna de conocimientos y ofrecer una visión concisa de la disponibilidad de agua en distintas partes del mundo”, añadió.
La OMM aspira a que estos estudios sirvan de base para las inversiones de adaptación y mitigación del clima, así como para la campaña de las Naciones Unidas para proporcionar acceso universal en los próximos cinco años a las alertas tempranas de peligros como las inundaciones y las sequías.
Entre 2001 y 2018 “un asombroso 74 % de todos los desastres naturales estaban relacionados con el agua”, indicó ONU Agua, el mecanismo sobre la materia conformado por unas 20 agencias de las Naciones Unidas y entes asociados.
El octubre más cálido
El fenómeno de la sequía está íntimamente relacionado con e del clima, y los datos son incuestionables: La temperatura media combinada de la superficie terrestre y oceánica del planeta en el pasado octubre fue 0,98ºC superior a la media del siglo XX, lo que supone el mayor aumento térmico en los últimos 1.630 meses, desde que la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) comenzara a tomar datos en enero de 1880.
Temperaturas La temperatura global promedio de la superficie de la tierra, fue 1,33ºC superior a la media del siglo XX, la mayor desviación positiva de octubre desde que hay datos
El informe de la NOAA indica que, además, se batió por sexto mes consecutivo el récord de temperatura respecto a la media histórica mensual del semestre comprendido entre mayo y octubre. La temperatura del mes pasado supone que el planeta se calienta a un ritmo de 0,06ºC más por década.
En cuanto a la temperatura global promedio de la superficie de la tierra, fue 1,33ºC superior a la media del siglo XX, la mayor desviación positiva de octubre desde que hay datos, lo que supera en 0,17ºC el anterior récord, que databa desde 2011.
Grandes regiones de la superficie terrestre resultaron ser mucho más cálidas de lo normal, con récords en toda la mitad sur de Australia, parte de Asia meridional y suroriental, grandes áreas de África central y meridional, la mayor parte de América Central y del norte de América del Sur, y zonas del oeste de América del Norte.
Oceanía y África vivieron el octubre más cálido jamás registrado, mientras que, por el contrario, Argentina, parte del noreste de Canadá, zonas dispersas del oeste y el centro de Japón y el centro de Rusia fueron más fríos o mucho más fríos de lo habitual.
Por ejemplo, la temperatura media de Australia en octubre fue la más alta de los últimos 106 años, al superar en 2,75ºC el récord de septiembre de 2013. El mes pasado también resultó ser más cálido de lo normal en la mayor parte de Nueva Zelanda, Noruega tuvo 1,2ºC más de lo habitual entre 1961 y 1990, y la capital de las Islas Feroe (Tórshavn) pasó su octubre más caluroso desde 1920.
El fenómeno de 'El Niño'
Debido a la influencia del fenómeno de 'El Niño', la temperatura de la superficie marina mundial fue 0,85ºC superior a la media de octubre del siglo XX, situada en 15,9ºC, lo que supone un nuevo récord mensual desde 1880 y 0,15ºC más que la anterior plusmarca, de 2014.
Además, los mares tuvieron en octubre la anomalía térmica más caliente de los últimos 136 años, con 0,04ºC más que el anterior récord mensual, de septiembre de este año.
Las temperaturas de la superficie oceánica estuvieron muy por encima de la media en el centro y el oeste del Pacífico ecuatorial, donde suele generarse 'El Niño'. Pero otras zonas también batieron récords marinos, como todo el océano Índico (donde el dipolo ha sido positivo durante todo el año), el centro del Atlántico y gran parte de los mares árticos. Por el contrario, los océanos estuvieron más fríos de lo normal en un tramo del Atlántico al sur de Groenlandia y otro al sureste de América del Sur.
De enero a octubre
Por otro lado, el periodo entre enero y octubre de este año fue el más cálido registrado nunca en el planeta, con 0,86ºC más del promedio del siglo pasado y 0,12ºC más que en esos 10 primeros meses de 2014. Ocho de ellos (febrero, marzo, mayo, junio, julio, agosto, septiembre y octubre) batieron récords mensuales, enero fue el segundo enero más caluroso y abril, el tercero.La temperatura media mundial de la superficie del mar entre enero y octubre fue la más alta desde 1880 y rebasó en 0,71ºC la media del siglo XX (0,08ºC más que en ese periodo de 2014, el anterior récord), al igual que la de la tierra, con 1,28ºC más en relación a la pasada centuria (0,17ºC más que en 2014).La mayor parte de las zonas terrestres del planeta han sido más cálidas de lo normal en lo que va de año, especialmente América del Sur, América Central, el oeste de América del Norte, África, la mayor parte de Europa y Asia y gran parte de Australia.Algo similar ocurre con las temperaturas oceánicas, que han sido superiores a lo habitual en la mayor parte del norte, este y centro del Pacífico ecuatorial, todo el Índico, gran parte del Atlántico y las aguas del Ártico que rodean el norte de Europa.Por el contrario, las temperaturas fueron más frescas de lo normal en una gran región del Atlántico al sur de Groenlandia y en zonas del noreste de Canadá y el extremo sur de América del Sur.
Impacto climático
“Los impactos del cambio climático se dejan sentir a menudo a través del agua con sequías más intensas y frecuentes, inundaciones más extremas, precipitaciones estacionales más erráticas y derretimiento acelerado de los glaciares. Todo ello tiene efectos en cascada sobre las economías, los ecosistemas y todos los aspectos de nuestra vida cotidiana”: Petteri Taalas.
Bolivia, en el momento crítico
Los problemas se han multiplicado en Bolivia en los últimos días mientras la atención política estaba depositada en otros menesteres, como el censo, los incendios por un lado y la sequía por otro lado han avanzado inexorablemente.
En Tarija, tanto el río Pilcomayo como el río Bermejo registran su menor caudal histórico, una situación que afecta a la dinámica de todo el ecosistema, desde la ganadería hasta la pesca, pues miles de peces ya han fallecido en el lecho del río ante la falta de oxígeno en el agua.
El Viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó el martes que 62 municipios en siete departamentos están declarados en emergencia o desastre por fenómenos como la sequía, lo que además de reportar problemas para la producción, la agricultura y la ganadería, favorece la generación de incendios forestales que además de arrasar la vida natura, tiene efectos sobre la salud de las personas.
El gobierno catalogó el hecho de “histórico”, ya que considera que las primeras señales de sequía se empezaron a registrar en mayo y se han prolongado durante todo el invierno.
De acuerdo a los datos oficiales del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), los municipios afectados por la sequía prolongada llegarán a 64, hasta marzo de 2023, y el departamento con más daño será Oruro, donde 23 municipios presentan sequía extrema.
Los ministerios encargados del plan son las autoridades de Medio Ambiente y Agua, Desarrollo Rural y Tierras, Defensa y Minería. “Hemos trabajado todo el fin de semana para elaborar el plan y seguramente en siguientes días se lo dará a conocer, lo importante es que se tiene las condiciones para enfrentar este fenómeno”, explicó en entrevista con Red Uno.
Agregó que la sequía favorece a la generación y propagación de los incendios forestales causados por quienes “hacen un mal uso del fuego”, como los que actualmente afectan a La Paz, Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca y Cochabamba.
Según datos del Senamhi, el déficit de lluvias genera un “calentamiento radioactivo y un enfriamiento radioactivo”, lo que deriva en las altas temperaturas que se registran en algunas regiones del país, y heladas en otras, y todo ello favorece la propagación de incendios.
En Tarija todos los municipios se están declarando en emergencia por los efectos de la sequía, si bien el procedimiento hace que los del Chaco registren su propia solicitud. En general se estima que están en riesgo unas 40.000 cabezas de ganado en Bermejo y Padcaya y el doble en la Región Autónoma del Chaco; además, en la zona alta se teme por los cultivos de cebolla y papa, además de los de mayor valor.