Los números de violencia crecen
América Latina suma 12 feminicidios al día
En todo el mundo se registraron 81.000 asesinatos de mujeres, de los que 45.000 fueron causados por parejas o familiares; en Bolivia el abuso sexual ha crecido un 51% en los últimos cinco años
En 2021 al menos 4473 mujeres murieron violentamente por razón de género en 29 países y territorios latinoamericanos y caribeños, 12 cada día, reportó este viernes 25 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Las cifras que hoy presentamos sobre feminicidios en América Latina y el Caribe son inaceptables”, dijo José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, al presentar el reporte en este Día Internacional de la Eliminación de Violencia contra la Mujer.
En 2021, de los 18 países o territorios de América Latina que proporcionaron información, 11 presentaban una tasa igual o superior a una víctima de feminicidio por cada 100 000 mujeres, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), establecido por la Cepal.
Las mayores tasas se registraron en Honduras (4,6 casos por cada 100 000 mujeres), República Dominicana (2,7), El Salvador (2,4), Bolivia (1,8) y Brasil (1,7 casos por cada 100 000 mujeres).
En el Caribe, un total de 28 mujeres fueron víctimas de violencia letal de género en 11 países y territorios que entregaron información correspondiente a 2021. Belice y Guyana presentaron las mayores tasas de feminicidio en la subregión (3,5 y 2,0 por cada 100 000 mujeres, respectivamente).
En números absolutos, la mayor cantidad de feminicidios ocurrió en Brasil (1900), seguido de México (1015), Honduras (234), Argentina (231), Colombia (210), República Dominicana (150), Guatemala (138), Perú (136) y Venezuela (122).
En 10 países de América Latina -de 18 analizados- las tasas de feminicidio se mantuvieron iguales o superiores a un caso por cada 100 000 mujeres entre 2019 y 2021: Argentina, Bolivia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años componen el tramo etario en que se concentra la mayor proporción de casos de feminicidio, de acuerdo con datos de 16 países y territorios de la región entre 2019 y 2021.
Más de cuatro por ciento del total de esos delitos corresponden a niñas menores de 14 años. Además, en 2021 al menos 781 niñas, niños y adolescentes y otros dependientes perdieron a su madre o cuidadora a causa del feminicidio en solo 10 países de la región que cuentan con datos al respecto.
“Este número revela el gran impacto que tiene la violencia de género no solo en las mujeres víctimas, sino también en sus familias, la comunidad y la sociedad en su conjunto”, destacó el informe de la Cepal.
Recordó que “desde hace una década y media, los Estados de América Latina y el Caribe han reconocido la gravedad de la violencia feminicida y las muertes violentas de mujeres por razón de género, lo que se ha expresado en la aprobación de leyes y protocolos y en la construcción de institucionalidad específica”.
“A pesar de estos avances, el feminicidio persiste como una realidad y no se observan señales claras de que el fenómeno vaya en disminución”, agregó el texto.
El OIG sostiene que “producir información estadística de calidad sobre feminicidios requiere ir más allá del conteo del número de víctimas”, pues “para que la información sirva al diseño de políticas públicas integrales sobre violencia contra las mujeres y niñas, es importante conocer una serie de datos clave”.
Entre otros, “las características de las víctimas y los agresores, la relación entre ellos, los contextos en que se desarrollaron estos delitos, el medio utilizado para causar la muerte y si la víctima había presentado alguna queja previa contra el agresor”.
Destacó que el feminicidio es solo la expresión extrema de la desigualdad, la discriminación y las múltiples formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Por ejemplo, de acuerdo con encuestas nacionales especializadas de la región, entre 60 y 76 % de las mujeres (dos de cada tres) han sido víctimas de violencia por razones de género en distintos ámbitos de su vida.
Además, “en promedio una de cada cuatro mujeres ha sido víctima o vive violencia física y/o sexual por un perpetrador que era o es su pareja, lo que conlleva el riesgo de la violencia letal”, agregó el informe.
Salazar-Xirinachs afirmó que “nuestra obligación es redoblar esfuerzos para que las mujeres y niñas de nuestra región puedan ejercer verdaderamente su derecho a vivir una vida libre de violencia y discriminación”.
En todo el mundo, el año pasado, según agencias de las Naciones Unidas, 81 000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente, y de ellas 45 000 (56 %) murieron a manos de sus parejas u otros miembros de la familia.
Bolivia, territorio de alto riesgo
En Bolivia, de acuerdo con datos de la Fiscalía, desde enero a la fecha se registraron 46.187 hechos vinculados con delitos establecidos en la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia, lo que consolidan al país como uno de los más violentos de la región.
Los datos los brindó la directora de la Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Juvenil, Daniela Cáceres, ayer en la conmemoración del Día Internacional de lucha Contra la Violencia a la Mujer.
La mayor incidencia de casos se reportó en el departamento de Santa Cruz con 16.480, seguido de La Paz con 10.229, Cochabamba con 7.454, Tarija con 3.396, Potosí con 2.861, Chuquisaca con 2.306, Oruro con 1.467, Beni con 1.545 y Pando con 449.
“Hoy es un día en el que no solamente se trata de sensibilizar, sino de poner en contexto a la población de todos los hechos de violencia que sufren mujeres y niñas a nivel nacional e internacional, ya que las acciones de lucha contra la violencia son todos los días y como cadena de atención de instituciones a las víctimas tenemos que unirnos”, afirmó Cáceres.
El delito con mayor incidencia es la violencia familiar con 35.410 casos. En cuanto a los delitos sexuales está el abuso sexual con 3.185, seguido de estupro con 1.525, violación de infante, niño, niña o adolescente con 2.486, violación con 2.617, entre otros, indica el informe de la Fiscalía.
La violencia sexual se dispara
La violencia sexual en Bolivia se incrementó de “forma sostenida” hasta en un 51 % en los últimos cinco años, siendo el abuso sexual el delito más denunciado, según un estudio presentado ayer por la Coordinadora de la Mujer.
Por otro lado, el estudio titulado “Estado de situación de la violencia sexual en Bolivia” elaborado por la Coordinadora de la Mujer, que aglutina a 26 entidades defensoras de igualdad de género devela que en los últimos cinco años la violencia sexual se ha ido incrementando hasta en un 51%, siendo el abuso sexual el más común de ellos, algo que la propia Coordinadora ha calificado como “verdadera pandemia” que especialmente afecta a las niñas.
El Ministerio Público registró un total de 36.629 denuncias por violencia sexual entre 2018 y 2022. El delito más denunciado es el abuso sexual, que en cinco años acumula 11.294 denuncias, le sigue la violación con 9.982, luego está la violación a niños y adolescentes con 8.374 registros y el estupro con 5.982, de acuerdo al estudio.
“La magnitud de la situación es realmente alarmante (...) hay un incremento de 3.000 denuncias de 2018 a 2022, que significaría un 51 % de incremento”, comentó Lucía Vargas, responsable de incidencia política de la Coordinadora de la Mujer.
El estudio también muestra datos de enero al 16 de octubre de este año en el que el Ministerio Público registró al menos 8.867 denuncias por violencia sexual; de esta cifra el 34% es por abuso sexual, el 28% por violación y el 27% corresponde a violación a menores.
Sobre la base de estos datos, el informe señala que se estima que por día hay al menos 30 denuncias de violencia sexual en el país.
El informe también realizó un análisis sobre una muestra de 349 casos de violencia sexual registrados este año para “realizar un acercamiento” sobre esta realidad. A raíz de esto se conoce que los agresores tienen entre 27 a 32 años, el rango etario con la mayor cantidad de casos de violencia sexual. Más de la mitad de los victimarios son familiares directos y un 14% son cercanos al círculo familiar, mientras que el 7,7% son desconocidos.
Niñas son las más afectadas
Uno de los datos más alarmantes del informe en Bolivia indica que de los 349 casos estudiados por violencia sexual, el 57 % fueron cometidos contra niñas entre 7 y 13 años, le siguen los cometidos contra adolescentes de 14 a 20 años y en tercer lugar están infantes de 0 a 6 años.
Alarma wichi por violencia sexual en la frontera
La violencia y abusos sexuales contra las mujeres y niñas de los pueblos originarios en el noroeste argentino es una situación que se repite desde hace años. Sin embargo, en el último tiempo se visibilizó y puso en evidencia una situación dramática. Solo en el departamento de Rivadavia, al norte de Salta en el límite con Villa Montes, se registraron 27 ataques sexuales grupales, solo tres pudieron hacer la denuncia recoge Celeste del Bianco en un reporte para eldiariar.com.
Semanas atrás, una nena de 12 años de la comunidad wichí de Santa Victoria Este, en Salta, fue atacada a golpes y permanece internada con signos de abuso sexual. El caso evidencia la realidad que viven esas mujeres y niñas. Camuflado bajo la excusa de prácticas históricas o culturales, en esa zona se reitera la violencia y los abusos sexuales por parte de criollos, a los que a veces también se suman los hombres de las mismas comunidades. Una violencia que se profundiza al no tener acceso a la justicia, por desconocimiento, por la distancia que generan el lenguaje, pero sobre todo por la discriminación y maltrato de funcionarios y funcionarias.
El 4 de noviembre, la madre encontró a la nena a menos de 100 metros de la Escuela 4670 de Bajo Grande. Estaba tirada, golpeada, tenía heridas de exposición ósea en la cabeza, marcas en las piernas y sangrado en la zona genital. La trasladaron en un vuelo sanitario al Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal, a 160 kilómetros de su pueblo. Allí, le aplicaron los protocolos para casos de abuso sexual infantil y continúa internada. Por el ataque se investiga a un menor, que fue detenido y luego liberado, y a otros tres adultos. Tras la agresión, se presentó un proyecto para incluir la modalidad de violencia a mujeres indígenas en Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
El caso se enmarca en un ataque sistemático a las mujeres y niñas originarias de Salta. En enero, se conoció el femicidio de Pamela F., de 12 años, también de la nación wichí, que fue encontrada en la Ruta Nacional 81, cerca del acceso a Pluma del Pato. Por el femicidio se detuvo a un adolescente de la comunidad y se investiga a un criollo. Meses después, en marzo, el cuerpo de Florencia T., de 14 años, fue encontrado en las cercanías de la Ruta Provincial 5 en Pichanal, Orán. La nena, que vivía en condiciones de extrema pobreza, era huérfana de madre y había sido abusada años antes. Por el femicidio se investiga a un criollo. En 2015, se conoció el Caso Juana, otra niña wichí de 12 años con discapacidad mental, que fue violada por un grupo de ocho criollos en Alto La Sierra, Santa Victoria Este. Seis años después, en 2021, se inició una campaña solidaria para cercar la vivienda de la familia ante las amenazas y para denunciar el abandono del Estado provincial.