Promoviendo el consumo responsable
Mercadito Creativo: un espacio colaborativo para emprendedores
Entre 28 emprendedores asumieron el reto de poner una tienda física donde todos puedan exponer sus artículos, que corresponden a una variedad de marcas, todas con identidad propia



Al pasar por la calle Colón las personas pueden ver el “Mercadito Creativo”, una tiendita que parece muy pequeña por lo angosta de su fachada; sin embargo, al entrar llegan a encontrar en exposición los productos de cerca de una treintena de emprendimientos, que van desde la decoración, la cosmética, papelería, hasta concreto, todo esto hecho a mano y en su mayoría de marcas tarijeñas.
Si bien el espacio no es muy grande, los estantes y escaparates están distribuidos para que cada objeto en exposición pueda ser apreciado.
Emprendiendo en pandemia
Durante la crisis sanitaria, que acarreó consigo inestabilidad económica, floreció la creatividad de muchas personas que decidieron formar nuevos emprendimientos, como los que se encuentran en el “Mercadito Creativo”. Sin embargo, fue luego que decidieron conformar este espacio colaborativo.
La idea de crear este espacio surgió de Aracely Sotelo, a la que sus compañeras definen como “una emprendedora súper pujante”, que desde hace un año más o menos comenzó con la idea de hacer algunas ferias de fin de semana.
Actualmente son en total 28 los emprendimientos que están en la tienda, pero al inicio fueron aproximadamente 10 las personas que se conocían entre sí, que tenían sus emprendimientos y que se juntaban ocasionalmente algunos fines de semana para exponer sus marcas. Algunos permanecen hasta ahora.
De a poco, comenzó a surgir la idea de buscar un espacio permanente. Sin embargo, muchas de estas marcas recién se están consolidando y por la crisis económica era impensable buscar un alquiler por separado. Es así que decidieron compartir un espacio.
“La primera vez que se realizó fue en el patio de un edificio, con unos diez emprendimientos más o menos. Fue solamente esa vez ahí, luego era difícil porque no se podía conseguir un lugar y era antes de que haya lo de las ferias distritales. Así que estábamos pensando en la necesidad de buscar un lugar porque muchas de las chicas están en colegio o en la universidad, entonces es difícil que puedan pagarse un alquiler o solventar el peso de tener una tienda propia. Ese es uno de los fines que tenemos en este espacio”, dijo Marcela Martorell, que está presente en la tienda con su marca de bijoutería Loulou Inox.
En diciembre este grupo de emprendedores tomó el riesgo y abrió su primera tienda física en la Plaza Paseo de Compras, donde comenzaron a hacerse conocer, pero luego buscaron un lugar que pueda ser más visible y se mudaron a su actual dirección en la calle Colón, casi Madrid hace un par de meses, superando la meta que era llegar a 25 emprendimientos, ahora son en total 28.
Espacio colaborativo con un poco de todo
Marcela comentó también que algo muy importante es que en esta tienda se promueve la consigna de consumir lo local, pero también está presente en diferentes marcas la idea del consumo inteligente.
“Tienes textil, cosmética, artesanía, macramé, tejidos en trapillo, bijoutería, trabajo en cuero, bordado, papelería. Cada vez vamos creciendo más incluyendo nuevos emprendimientos y es muy interesante porque también vamos conociendo y aprendemos a colaborarnos más”, dijo.
Entre estas marcas con una nueva idea de consumo, por ejemplo, está la línea Gardenia Home que ofrece cosmética natural y vegana, con diferentes productos para el cuidado de la piel o el cabello.
O también se pueden encontrar artefactos decorativos hechos en concreto, elaborados mediante diferentes técnicas y pintados. Se trata de artículos novedosos, pero que tienen un precio accesible.
En ropa también existe una gran variedad, desde prendas elaboradas a mano con crochet, tejidos o costurados, no solo para jóvenes, si no también para niños.
Y si bien se ven diferentes marcas de accesorios y bijoutería, cada una tiene una personalidad diferente para todos los estilos.
“Todos los estilos, tenemos desde lo más bohemio hasta lo más delicado, tenemos el estilo ‘chunky’ que está saliendo mucho, los caracolitos. Los bordados de Andaluza y Ananay, por ejemplo, que hacen bordados pero que se diferencian entre sí, porque uno es más con temática chapaca con las flores y esas cosas, el otro tiene accesorios con bordados más en tela de aguayo”, añadió.
Un espacio inclusivo
Uno de los fines del Mercadito Creativo es, por un lado colaborar entre todos para sostener los gastos de la tienda, pero también abrir oportunidades a nuevos emprendedores. Por ejemplo, una de las marcas es creación de una adolescente de último año de colegio.
Se trata de Guanama, que tiene accesorios y joyería, pero en base a lo que ella denomina específicamente como “joyería con sentido”, por el tipo de materiales y los diseños que realiza con sus propias manos.
Aunque en un inicio el grupo estaba conformado únicamente por marcas y emprendimientos creados por mujeres, ahora también han ingresado varones con diferentes iniciativas.
Una de ellas es Euphorbia, que tiene los artefactos decorativos y macetas de concreto. Pero también está la marca Mala Traza que tiene prendas de vestir o Vagabond que ofrece diferentes accesorios trabajados en cuero.
“Es lindo ver nuevas ofertas, apostar también por las cosas naturales, lo hecho a mano. Hay pintados, tejidos, crochet, todo es manufacturado en Tarija, La Paz o Santa Cruz”.
Mercadito Creativo
Redes Sociales
Las personas que quieran conocer un poco más de los emprendimientos que forman parte de este espacio colaborativo mediante redes sociales también pueden hacerlo buscando en Instagram la cuenta @MercaditoCreativoTarija o en Facebook Mercadito Creativo. Allí también podrán ver algunos videos donde son los mismos propietarios que explican el concepto de cada una de sus marcas.
Regalos creativos
Entre algunos de los artículos que más aceptación han tenido en este tiempo están aquellos que buscan las personas para regalar a sus amigos o sus parejas, como las placas con fotografías personalizadas D’amor, donde incluso se puede colocar el código de Spotify de una canción para dedicar. También otros como las tazas o alcancías con diseños.
Espacio colaborativo
Así como entre todos los emprendedores colaboran con la responsabilidad y los gastos para mantener la tienda física, también se busca que todos tengan un espacio destacado para exponer sus artículos, por lo que se va alternando el uso de los estantes y las vidrieras.