Su imponente figura lo llevó a actuar en diversos filmes
Adiós Don Firpo, el caballero de la barba y “dibujante” de la cueca
Don Firpo durante su juventud trabajó con maquinaria pesada en Argentina, este trabajo le llevó a conocer Italia, Pakistán, India, Arabia Saudita, para volver posteriormente a la Patagonia y de allí retornar a Tarija, la tierra que lo vio nacer



Don Firpo, Hugo Emilio Romero Arancibia, ese hombre soñador que recorría la ciudad montado en su bicicleta derrochando elegancia, perdió la vida ayer a sus 80 años de edad. Fue un ser multifacético conocido como actor de videoclips, de teatro y un famoso bailarín de cueca tradicional.
"Firpo dibujaba la cueca, decimos que la dibujaba porque la bailaba con tal elegancia como muy pocos en la actualidad” dice el tarijeño Fernando Castillo.
Pero éstas no eran sus únicas características, pues a menudo se lo veía montado en su bicicleta Raleigh. Pocos fueron los tarijeños que no hayan disfrutado de su imponente figura en la que destacaba su inolvidable barba larga, que le dio un toque singular y que la tuvo crecida desde sus 20 años.
Don Firpo durante su juventud trabajó con maquinaria pesada en Argentina, este trabajo le llevó a conocer Italia, Pakistán, India, Arabia Saudita, para volver posteriormente a la Patagonia y de allí retornar a Tarija, la tierra que lo vio nacer.
A menudo se lo solía ver en sus paseos en bicicleta y en múltiples colaboraciones artísticas.
Sus amistades coinciden en que siempre fue un gran soñador, la mayor parte de su vida la vivió recorriendo la ciudad en su bicicleta, sin embargo, en su juventud también disfrutó de otras travesías.
Los años mozos
Firpo contaba en vida que una de las más importantes travesías fue el recorrido que hizo junto a su hermano el 23 de marzo de 1969 durante el gobierno de René Barrientos Ortuño. Relataba que éste les regaló un motor pequeño, pero ellos prefirieron avanzar a remo en una embarcación que ellos mismos fabricaron y la llamaron “Bolivia hacia el mar”.
“Hicimos una exposición aquí en la plaza principal con la embarcación y luego nos trasladamos a Bermejo de donde partimos navegando a remos con el objetivo de llegar al río de La Plata y a Buenos Aires”, contaba con gran emoción.
El objetivo de esta experiencia era demostrar que nuestro país debía tener una salida al mar, promovían que hacer un puerto en Fortín Campero era posible. Cuando llegaron a su destino, tras 107 días, la naval argentina los recibió y les prepararon un acto en Palermo donde contaron todas sus peripecias.
“Tenemos pasajes muy lindos, por ejemplo, cruzando El Paraná por Paraguay nos sacaron a balazos, el ejército sobrevoló y nos condujeron al puerto de Rosario y nos tomaron presos porque la bandera boliviana no figuraba en el libro de navegación del mundo. Sin embargo, al revisar la embarcación y leer la bitácora se disculparon y compraron tela para luego coserla y colocar a Bolivia en el tablero de entradas y salidas”, contaba.
También trabajó en la empresa italo argentina Techint, ahí invirtió 30 años como encargado del levantamiento de presión hidraúlica de los caños para la instalación de gasoductos y oleoductos. Este trabajo le permitió recorrer Italia, Pakistán, India, Arabia Saudita, para volver posteriormente a la Patagonia argentina.
Tras varios años viajando por el mundo, Firpo decidió regresar a su tierra chapaca. Extrañaba a sus padres y a sus hermanos, siempre contaba que los hermanos Romero Arancibia eran 16, trece varones y tres mujeres, pero en ese entonces (cuando lo entrevistamos) solo estaban con vida seis.
Sus primeros años de retorno en su tierra tarijeña trabajó como fotógrafo en el área social, pero poco tiempo después se mudó al Chaco y abrió una carpintería que se convirtió en una fábrica de muebles.
Más aún, una vez más su ciudad le tiró la cuerda y regresó a la ciudad de Tarija, donde sus paseos en bicicleta se hicieron una constante, su elegante personalidad no tardó en atraer al cine y así colaboró con varios largometrajes, cortometrajes y videoclips musicales.
Trabajó con Diego Pino en la película Tierra Ajena y con Fernando Martínez en El Sueño De Los Valles De Tarija, con lo que ganaron el premio Eduardo Avaroa. Sumado a ello en el año 1956 trabajó con el actor americano Tony Curtis en la película Taras Bulba durante su filmación en Salta.
El ciclismo y don Firpo
Cuentan que su pasión por la bicicleta lo llevó a tener una colección de 16 bicicletas que utilizaba para recorrer 50 kilómetros diarios. “Una persona a mi edad normalmente ya no andaría en bicicleta, pero es algo que me gusta que hice desde niño”, señalaba mientras destacaba que la edad no es un límite.
En los últimos años siempre se lo vio participando en actividades que buscaron reivindicar el uso de la bicicleta y el cuidado del medioambiente. Decía “En Tarija se puede andar en bicicleta pese a la indisciplina. Todos quieren ser primeros, yo recibía antes unos 50 insultos al día porque les hago señas y tengo que pararme para hacer respetar mi carril”
Pero también reflexionaba y afirmaba “Hoy la gente está tomando más conciencia, la gente ha comenzado a tener más respeto a los ciclistas”.
Apuntes sobre la temática
El actor
Trabajó como actor con Diego Pino en la película Tierra Ajena y con Fernando Martínez en El Sueño De Los Valles De Tarija, con lo que ganaron el premio Eduardo Avaroa
El ciclista
Desde siempre ando en bicicleta, en los últimos años siempre se lo vio participando en actividades que buscaron reivindicar el uso de este vehículo y el cuidado del medioambiente
El bailarín
Don Firpo también fue conocido por ser el protagonista de unos de los videos virales más reproducidos en Bolivia en el que baila cueca a favor del ciclista