Por años se negó a dar entrevistas
Quino, su última entrevista y su impacto en Tarija
La tarijeña Ana Luz Molina tiene 25 años y aunque reconoce que Mafalda no es un personaje de su época asegura que aprendió a leer con sus tiras cómicas, pues su tía coleccionó bastantes, y siempre las tomaba para ver sus ilustraciones y leerlas



¿Qué le diría al Quino joven?, le pregunta al mismo Quino el actor y director de cine argentino Boy Olmi, observando un retrato del ilustrador adolescente que cuelga de una pared. “Le diría ¿viste que no era para tanto? Y bueno, sí, es jodido, pero no era para tanto”, responde.
La conversación se da en medio de la casa del dibujante, allá en Mendoza, donde vivía solo desde que perdió a su esposa Alicia Colombo en el año 2017. Para ese entonces Quino ya tenía una movilidad muy reducida, su glaucoma había avanzado y solo podía ver luces, sombras y resplandores.
“He soñado mucho con los nazis siempre, a los nazis los he tenido en la mira de mi fusil, quizás la maldad me atraía”, dijo en ese entonces y añadió: “Es que hay mucha maldad”.
Pero esa no fue la única frase que impactó durante esa entrevista. Quino también habló de Dios.
“Esta cosa del bien y el mal me ha impresionado desde chico, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos”. “Los malos son más, además Dios es muy malo, y también muy bueno”, agregó.
El dibujante de 88 años falleció como consecuencia de un accidente cerebrovascular en Buenos Aires, el lugar donde residía su creación más popular.
Con los ojos cerrados durante la conversación, Quino reveló que otro de sus sueños recurrentes era que volvía a hacer el servicio militar. Y cuando le decía al oficial a cargo que él ya cumplió con el servicio, éste le respondía: “Sí, pero tenés que hacerlo de nuevo…” “Lo pasé muy mal”, confesó el dibujante.
Pero había otra cosa más que caló en Quino. La muerte de sus padres a temprana edad lo marcó. Así reveló que desde que falleció su padre cuando él tenía 14 años, éste se le aparecía regularmente. “Fumando, siempre fumando”. “Seguía sin hacer caso de que fumar no es bueno”, contó Quino.
No tardó en agregar que lo que llenaba el alma era la mirada orgullosa de su padre y era entonces cuando disfrutaba de estas apariciones.
Todas estas confesiones que reflejan la calidad del alma de Quino se dieron en una última entrevista que concedió para el documental “Buscando a Quino”. Éste fue rodado en el año 2018 por Boy Olmi, el filme dura 25 minutos y fue estrenado el pasado 25 de mayo.
El impacto de Quino en Tarija
El éxito de Mafalda en Tarija no tiene mucho que ver con que Argentina sea nuestro vecino país, su éxito como en todo el mundo viene del impacto de sus mensajes. Ayer las redes sociales en nuestra ciudad, tras conocer sobre la muerte de Quino, se inundaron de una Mafalda melancólica o de Quino despidiéndose de ésta.
El País consultó opiniones a algunos de sus seguidores.
Ana Luz Molina tiene 25 años y aunque reconoce que Mafalda no es un personaje de su época asegura que aprendió a leer con sus tiras cómicas, pues su tía coleccionó bastantes, y siempre las tomaba para ver sus ilustraciones y leerlas.
Afirma que hoy a su pequeño niño de cuatro años, le lee las historietas y le explica algunos conceptos. Sumado a ello cuenta que el pasado año cuando viajó a Buenos Aires lo primero que hizo fue visitar la escultura de Mafalda ubicada en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires.
Andrea Cardona, emocionada nos muestra varios libros de Mafalda, de ediciones La Flor, la editorial que publicaba las historietas de Quino. Cuenta que cuando era muy niña su padre tenía una colección, uno de sus ejemplares data del año 1965.
“Las historietas de Mafalda eran los únicos libros con ilustraciones que tenía mi papá en su biblioteca. Y yo los leía por los dibujos”, cuenta. A la vez añade que siempre como una práctica regular le pedía a su padre, cuando retornaba del trabajo, que le leyera las tiras cómicas todas las noches.
Dice que aunque al principio no entendía los chistes, y su padre se los explicaba, a medida que fue creciendo los fue comprendiendo. De esta manera, el modo de ver los temas políticos, la justicia, la injusticia fueron marcando su vida.
“Siempre he cuestionado las clases sociales, la distribución de bienes y de pronto con Susanita también salió a flote el cuestionar los roles. Me sentía identificada con Mafalda” cuenta.
Pero también está Mauricio Cuevas, otro fanático de Quino quien ha publicado una foto del monumento de Mafalda en San Telmo, rodeada de flores que sus seguidores le dejaron ayer.
Cuenta que “cuando era chico Mafalda le hacía reír y a la vez pensar mucho”. “Me leía una y otra vez las tiras cómicas. Mafalda para mí es un símbolo de la libertad”, afirma. Hoy tiene 35 años y orgulloso asegura que tiene un libro de historietas de Mafalda que le leerá a su hija.
Mariana Tellez también le ha hecho un homenaje a Quino en Facebook y ha escrito “Joaquín querido, vamos a estar un poco más solos desde hoy, espero que tu viaje sea tan maravilloso y tierno, tan humano y amoroso como todos tus mensajes, aunque hoy te estemos llorando, maestro".
A continuación algunas reacciones en las redes sociales desde Tarija
Un poco de Quino
Joaquín Salvador Lavado nació en Mendoza, Argentina, en 1932. Creció en una familia que siempre le alentó a la reflexión sobre la autoridad. Sus padres eran españoles y emigraron a Argentina en los años 30 huyendo de la Guerra Civil española.
Tal vez por eso su personaje más popular, Mafalda, sea especialista en cuestionar el orden de las cosas, en no aceptarlas tal y como son porque siempre han sido así. "La Guerra Civil española me marcó muchísimo", cuenta el propio Quino en el documental.
"Muy pronto empecé a preguntarme sobre el bien y el mal, Abel y Caín. Y Dios, que distingue entre lo que está bien y lo que está mal. Bueno, ese es el rol que se le ha adjudicado, no sé si con razón o no. Habría que preguntarle a él", explicó.
Pero volviendo a su vida, la muerte de sus padres le sorprendió en la luz de la adolescencia. Tras este suceso empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza.
Se cuenta que su gusto por el dibujo lo descubrió junto a su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario cuando tenía solo tres años. Le pusieron de apodo Quino para diferenciarlo de su tío.
En 1954, a los 18 años, Quino se instaló precariamente en Buenos Aires y deambuló por las redacciones de todos los diarios y revistas en busca de empleo. La revista Esto fue la que finalmente publicó su primera página de humor gráfico. En 1963, lanzó su primer libro, Mundo Quino, una recopilación de historietas humorísticas mudas.
El 29 de septiembre de 1964, apareció Mafalda por primera vez en la revista Primera Plana. El simpático personaje, originalmente creado para la publicidad nunca lanzada de una marca local de electrodomésticos, al final resultó un enorme éxito y aún hoy sigue siendo la historieta latinoamericana más vendida del mundo.
A partir de 1965, Mafalda empezó a ser publicada en el periódico El Mundo y posteriormente en la revista Siete Días Ilustrados. Por decisión de Quino, la última historieta de Mafalda se imprimió el 25 de junio de 1973.
Tras dejar de dibujar a Mafalda, Quino siguió creando historietas de humor, las que fueron compiladas en diversos libros y publicadas en una gran cantidad de periódicos y revistas de Latinoamérica y Europa.
Quino en su última entrevista
Apuntes sobre la temática
Causa
El dibujante de 88 años falleció como consecuencia de un accidente cerebrovascular en Buenos Aires, el lugar donde residía su creación más popular.
Vigencia
A pesar de que Quino publicó sus amadas historietas de Mafalda hace medio siglo (entre 1964 y 1973), estas nunca perdieron vigencia.
Timidez
Por años colgó un cartel en su estudio que decía: "Por razones de timidez no se aceptan reportajes de ninguna índole".
Desde Tarija Andrea Cardona nos muestra su tesoro más preciado, historietas de Mafalda de 1965