Mirar con perspectiva
¿Quién está detrás de esa persona que nos saca de quicio?
¿Está papá, mamá, un hermano...?
¿A quién me recuerda y enoja?
¿Qué pendiente por sanar me muestra esta persona que tengo frente mío?
¿Dónde aún estoy herido y voy así por la vida convaleciente siendo afectado por lo que dice o hace alguien?
¿Qué error mío no me perdono aún y lo proyecto en esa persona?
Cada ser "me saca" de mí mismo, para mirarme a mí con distancia, en perspectiva, para analizar donde aún no he sanado ni estoy en paz; para recordar un viejo conflicto que nunca he cerrado, o una injusticia vivida por mí o por el clan que aún se agita en mi sangre y en mi inconsciente.
Debemos mirar con perspectiva, y cuando lleguemos a ver de la forma que antes no hemos visto, es entonces que entenderemos y ya no será necesario el conflicto, la herida ni el rechazo.
Por eso gracias a los maestros del dolor, son honrados, amados, acogidos e integrados con amor en mí ser.