También las palabras sanan

Estuve donde tú estás

y no te puedo decir que no duele

porque duele y hasta te duele el respirar,

hasta que un día todo pasa y el pasado se queda atrás,

despiertas y ya no duele más.

 

Y no puedo decirte cuándo tu dolor terminará

porque cada proceso y cada duelo es personal,

te vuelves muy sensible y te pones sentimental,

lloras día y noche hasta que te cansas de llorar.

 

Estuve donde tú estás

y no te puedo decir que el tiempo sanará tus heridas,

pero el tiempo es sabio y te ayudará

a pegar cada pedacito de tu corazón en pedazos.

Tu mejor medicina será tu fortaleza,

tu amor propio será tu amuleto de protección,

tu corazón será tu mejor guía espiritual.

 

Estuve donde tú estás

y no te puedo decir que volverás a ser la misma,

porque el tiempo pasará y tu alma será más bella,

serás una mujer más fuerte,

serás una mujer más hermosa

 

por dentro y por fuera.

Estuve donde tú estás,

y sé que volverás a sonreír,

volverás a soñar,

volverás a florecer.


Más del autor
Los bancos y la desconfianza
Los bancos y la desconfianza
Lluvias
Lluvias