Deja que fluya
Aquello que te vibra,
te mueve, te eleva...
Cual efervescencia
intangible y ligera
desbordando tus sentidos,
tus emociones
y tus pensamientos.
Te subleva...
para dejarte caer despacio,
apacible sobre tu propia
conciencia.
Te conecta con tu ser,
con lo uno y lo otro.
Te vuelves aire.
Fluyes...
Como manantial ligero.
Germinas,
como tierra fértil.
Como un abrazo eterno
que siempre estuviste
esperando.
Donde tu alma por fin
retorna a casa.
Como fuego subterráneo
abriéndose paso
desde tus entrañas.
Como si de pronto
el silencio entonase
una melodía
que solo tú percibes.
Deja que todo...
cuanto hace vibrar
tu alma...
sea...
Cualquier cosa
que te acerque a ti,
a tu ser...
merece ser vívido.
Eres uno y eres todo.
Déjalo ser...