Siete bendiciones

Que tus pies te mantengan equilibrado y te lleven por el camino correcto, que bailen en la alegría y sean firmes en la adversidad.

Que siempre tengas un hombro en donde apoyar tu cabeza y un oído que recoja tus palabras, un abrazo que consuele y un beso de quien te ama.

Que no falte techo sobre tu cabeza ni cama para tu descanso, alimento para tu cuerpo; inspiración para tu alma y un beso amoroso para tu cara.

Que la noche sea cuna para tus sueños, cama para tu cansado cuerpo, tálamo nupcial para tu sexo, refugio para tus preocupaciones y dosel para tu imaginación.

Que tus ojos reconozcan la belleza en la fealdad, la armonía en el caos, la esperanza en la tristeza y la luz en la oscuridad.

Que tus manos conozcan la dulzura de la caricia y la aspereza del trabajo la unión de la oración y la satisfacción de la creación.

Que cada amanecer sea tierra fértil para tus ambiciones, que cada nuevo día te regale resolución, aspiración e inspiración, que cada rayo de sol te recuerda que tú también eres de Luz.

Bendiciones infinitas.


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