Ojo con tus palabras

Atraes lo que eres.

No digas "quiero", di "yo puedo".

No digas "no tengo", di "me pondré pronto".

Cambia tus palabras a polo positivo.

Si aún no tienes el dinero para pagar por algo, nunca digas "no tengo dinero", di “pronto tendré el dinero para...”

Si aún no tienes el trabajo que amas, nunca hables mal ni maldigas tu trabajo.

Y tampoco hagas lo mismo con tus relaciones, te pone en un estado de indignación.

Y te darán más razones para sentirte así.

Atraes lo que eres...

Bendice en tu vida todo aquello que aún te haga enfermar y sé agradecido.

Repite siempre: esto es solo una experiencia de aprendizaje, bendigo la situación, aprendo de ella y pronto estaré en una situación mejor.

No importa lo difícil que te parezca tu realidad, esta es sólo una visión distorsionada de lo que tú mismo has creado.

No importa lo extraño que sea, te pones donde estás.

Si no te gusta tu vida ahora, es porque tampoco le gustas a tu interior.

Y todo cambio, repito y repito, viene de dentro.

No busques soluciones externas.

Procura conocerte, quiérete, bendícete, perdónate.

Siéntete digno de todo lo que tienes derecho.

La naturaleza del ser es ser feliz, próspero, abundante, saludable.

Empieza a declarar lo que quieres en tu vida.

Olvida la ofensa, olvida el fracaso, olvida lo que te hace sufrir.

Deja ir la negatividad.

Pide ayuda si no puedes hacerlo solo.

Si sigues repitiendo el mismo comportamiento, también repetirás los resultados.