Si te vas, ¡vete!

Pero vete en serio... ¡A medias no!

Porque si no te vas en serio, es como no dejar sanar una herida, o peor, volver a abrirla mientras se está sanando o cicatrizando.

Si te vas, ¡vete!

No te vayas pensando en volver.

No te vayas sin haberte ido realmente.

Si te vas, ¡vete!

Pero vete realmente, en cuerpo, alma y corazón

No te vayas a medias, porque eso no es irte. Solo es torturarte a vos mismo y, a veces, también es torturar a los demás.

O te quedas y afrontas lo que el quedarte te genera o te vas por completo. No se puede estar con un pie aquí y otro allá. Ambos pies tienen que estar puestos en el momento presente, aquí y ahora. ¡Sólo en el presente! Sino es como tener un pie en el pasado y otro en el futuro, y créeme, así no vives ni existes, solo desperdicias energía vital segundo a segundo.

Ámate lo suficiente para que al marcharte, de ser posible, todas tus partes se vayan contigo.

Ámate lo suficiente para entender que a veces, hay partes que no se irán contigo, se quedarán en ese lugar, en esa relación, en ese vínculo.

Avanzar en la vida conlleva dejar ir partes tuyas que ya no son acorde a tu nueva vibración, a tu nueva forma de ser y ver la vida, y está bien que sea así. Es parte de la evolución. Es parte de crecer. Solo soltando el peso que acarreamos somos capaces de lograr avanzar de una mejor forma, más liviana.