Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

La EMPATÍA tiene una chispa indescriptible

Dicen por ahí, que la persona que lleva la EMPATÍA en el alma “es como esa pequeña luciérnaga” que va por el camino compartiendo su luz. Parece que tuviera el poder de entrar suavemente en el corazón del otro, repartiendo la grandeza que conduce su existencia.

Anda por ahí y por aquí, escuchando sin prisas, mirando con amor y sintiendo todo en su propia piel. Conoce de ser dulce con quien lo necesita e incluso sabe mostrarse fuerte en el momento exacto. Esas pequeñas luciérnagas actúan con sutileza porque su mayor temor es herir a quien ya está herido, quien lleva ese brillo sanador en el alma, comprende y va por la vida desatando nudos, ofreciendo su hombro, secando lágrimas.

Quien va vestido de EMPATÍA, recorre caminos escuchando miradas, leyendo silencios, desinfectando heridas. Y va empujando al que ya no puede, para que vuelva a comenzar.

Su fuerza es la bondad.

Autora: Marcela J. Villalón


Más del autor
Tema del día
Tema del día
El principio del vacío
El principio del vacío
La migración y los fracasos
La migración y los fracasos