No hay nada que demostrar

No necesitas demostrarle a nadie quién eres, cree en ti, confía en ti, confía en la intuición de tu corazón, la vida va poniendo cada cosa en su lugar, porque todo está en orden perfecto.

No tienes que darle explicaciones a nadie, porque algunas veces las explicaciones sobran. No te defiendas, mantén la calma, mantente en silencio, bendice el bien, manda luz a esa persona o a esa situación.

No tienes por qué defenderte de los demás, lo que ellos piensan de ti, no importa, pues cada cual tiene su verdad y su propia perspectiva, y es válido, todos pensamos diferente, pero poco sentimos igual.

Aquí lo que importa es saber quién eres tú, y si lo tienes claro, mantente en paz, con el solo hecho de que alguien roce tu piel o te mire a los ojos ya saben cómo brilla tu alma, tu ser, tu espíritu, somos energía, somos vibración y eso se siente, así que no te defiendas, no te desconcentres de tu propósito, de tu misión en esta tierra, tú sigue caminando, no te salgas de tu centro, vive en ti, respira, observa más dentro de ti y observa el exterior para que puedas meditar en ello que te quita la paz, la armonía en este momento.

No convenzas a nadie, convéncete a ti misma o a ti mismo, para que sigas sanando, para que tu luz siga brillando y brille tanto que te empuje a hacer las cosas que realmente amas, sin importar lo que piensen los demás de ti. 

Simplemente, sé la mejor versión de ti mismo.