Las energías se contagian
Algo "raro" ocurre en tu vida cuando llega una persona sana y vienes de una relación de maltrato.
Vas a dudar de su interés en ti y vas a sentir confusión porque pareciera mostrarse desinteresada al ser poco intensa. Vas a creer que no eres el centro de su atención. Sin embargo, no tendrá otro enfoque que no seas tú.
Cuando te llegue esa persona, no te va a exigir atención y menos te va a hostigar y controlar. Te va a dejar ser tú sin limitarte. Eso sí, no se va a esforzar en caerte bien y ser simpática todo el tiempo, se va a mostrar tal cual es. Te va a mostrar quien es instantáneamente, no caerán caretas que te desconcierten a los pocos meses.
Te va compartir su paz y su calma contigo, te va a incluir en su vida sin arrastrarte y será respetuosa de tus tiempos. No te esconderá, no le va a importar mostrarte.
No perderá momentos contigo, escuchará tus silencios y entenderá tus ciclos. Hablará contigo, pero también guardará silencio, y querrá que los escuches en algunos momentos. Te confrontará en ocasiones, te dirá cosas que parecerán rudas y te hará cuestionarte, pero no te lastimará a pesar de esto.
Cuando atraigas a esa persona, sabrás que cortaste el patrón repetitivo de atraer toxicidad y violencia, así como también sabrás que sanaste lo que estaba roto en ti.