Para “los de siempre”, Bolivia está estancada y con inflación

Nuevamente los eternos analistas económicos y pronosticadores del debacle de la economía, inventan datos o en el mejor de los casos solo estructuran sus críticas con variables aisladas, ni que decir cuando por aspectos coyunturales escasea algún bien, por ejemplo cuando escaseaba la papa, para estos analistas era otro síntoma de la crisis tan añorada, ni que decir cuando el huevo subió de precio por problemas sanitarios que afecto a las granjas, según su análisis los bolivianos consumíamos “solo huevos”, por tanto ya estábamos al borde de una hiperinflación y no sé qué otras alucinaciones medievales; pero cuando los precios y cantidades volvieron a sus niveles regulares, cambian su discurso con otros indicadores que “muestran a los bolivianos”, para convencerlos que ya estamos en crisis.

Indican que el crecimiento del 2,28% en el primer trimestre de la presente gestión, es “bajo” comparado con el crecimiento de antes de la pandemia, lo que implica que la economía sigue resentida, pero debemos recordar que antes de la pandemia no había guerra, seguramente para estos analistas eso no afecta en nada a la economía internacional y nacional (EE.UU. creció 2% Perú 1,4% solo como ejemplo).

Nos dicen que los sectores que más crecen en el país lo hacen en base al autoempleo e informalidad, pero olvidan que mientras su producción les de ganancia individual no tienen por qué emplear a más personas y sobre todo olvidan que su libertad económica hace que no quieran depender de un jefe ni privado ni estatal, este incremento también tiene mucho que ver con la estabilidad económica que es uno de los principales alicientes para iniciar actividades con sus negocios propios.

Dicen que las importaciones crecen muy rápido 13% en el primer trimestre, pero olvidan decirnos que cerca de un 90% de esas importaciones son activos y bienes para producción y no son importaciones de consumo.

Asimismo, hacen referencia a que la demanda está por el piso y por eso no se han disparado los precios, que el productos o vendedor no puede asumir eternamente el incremento de costo, pero olvidan que la facturación en todo el país se incrementó y surge la pregunta ¿si la demanda no se incrementa, porque impuestos refleja un incremento de la facturación?, ¿Quién factura y por la venta de qué?, ¿porque incrementan la facturación, si la demanda está por el suelo?

Es bueno destacar que el sector hotelero y gastronómico, son los que incrementaron en un 15% de incremento al primer semestre de 2023, por lo que podríamos deducir que las familias tienen un ingresos que cubre sus necesidades primarias y tienen cierto ahorro como para disfrutar en un turismo interno y de gozar de comidas en restaurants.

Creo que a los lectores resulta ocioso escuchar o ver por los medios de prensa artículos repetitivos durante 16 años indicando una supuesta crisis, tomar cifras y datos aislados olvidando que la economía debe ser analizada de forma global y no “forzar” los datos, para concluir lo mismo durante más de una década, que es la ansiosa crisis económica ahora si ya está a la vuelta de la esquina, ojalá que estos analistas sigan equivocándose por el bien del país.


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