La subvención beneficia a las familias

En los últimos días, analistas, opinadores y hasta políticos mal intencionados hicieron comentarios sobre la subvención a la gasolina y el diésel oíl, sin realizar una evaluación de sus beneficios, tanto así que se atrevieron a pedir su eliminación. Estos personajes no piensan en el bienestar de la población boliviana, solo buscan ser protagonistas para ganar cinco minutos de fama y tratar de conseguir réditos políticos. Por tanto, es necesario que la población conozca que la subvención es una ayuda económica que beneficia significativamente a todos, principalmente a las familias más vulnerables.

Se debe recordar que la guerra entre Rusia y Ucrania impactó negativamente en la economía mundial, encareciendo las energías como el petróleo y sus derivados (gasolinas, diésel oíl, entre otros), este mayor costo se trasladó inmediatamente a los productos y servicios de consumo masivo, como las verduras, frutas, transporte y otros, por tanto, en los mercados internacionales se observa una inflación elevada que está causando mucho sufrimiento a sus habitantes.

En Bolivia los precios se mantienen estables, es así que, en el año 2022, se registró una inflación del 3,12% siendo una de las más bajas de la región, este resultado fue gracias a las subvenciones de los combustibles, que amortiguó los impactos negativos de la guerra entre Rusia y Ucrania, siendo una medida que beneficia de manera directa a todas las familias del país, garantizando que los bienes y servicios que consumimos lleguen a un precio razonable y accesible a nuestros bolsillos.

Es importante aclarar que la política social de subvención a la gasolina y diese oíl llega a toda la población, sin importar su nivel de vida, se benefician las familias de altos ingresos (que tienen la capacidad de pagar un precio mayor) y las de menores ingresos. Por tanto, esta debe ser considerada como un patrimonio de las familias bolivianas, porque vela por su bienestar y ayuda con la seguridad alimentaria del país.

Seguramente muchos se preguntarán, ¿Cómo contribuye a mantener estable los precios? y ¿Cómo beneficia a las familias?, para responder estas interrogantes, tomemos un ejemplo de un producto que es altamente consumido por las familias bolivianas, el pan nuestro de cada día.

Para la elaboración del pan, primeramente, se debe producir el trigo, para lo cual, se tiene que preparar el terreno, sembrarlo, cuidarlo y cosecharlo, estas tareas, requieren el uso intensivo de maquinaria agrícola que funcionan con gasolina o diésel adquirido a un precio subvencionado; posteriormente se deberá transformar el trigo en harina y elaborar el pan, el cual debe ser transportado a los mercados o tiendas de barrio, utilizando vehículos que funcionan con combustibles subvencionado. Como se puede ver en este ejemplo, la gasolina y el diésel oíl son una parte fundamental dentro la estructura de costos de producción del trigo y el pan, la Subvención es vital para que se mantenga estable, asimismo es una medida social que permite garantizar la venta del producto final en el mercado nacional a un precio bajo y justo.

De esta forma, la subvención a los combustibles llega a beneficiar de manera directa a todas las familias del país, por tanto, es una política social que debemos cuidarla entre todos, porque coadyuva a garantizar estabilidad económica y seguridad alimentaria. Sin embargo, algunos antipatriotas se aprovechan de todos los bolivianos, debido a que el diésel y gasolina lo utilizan ilícitamente, acumulan grandes cantidades y lo destinan al contrabando.

Es importante que la población conozca que la política de subvención de hidrocarburos tiene un costo económico altísimo para el país, ya que para el 2022, el gobierno nacional estimo un importe de 1.700 millones de dólares, por tanto, los verdaderos bolivianos debemos estar conscientes del sacrificio fiscal que realiza el Estado para garantizar esta medida social, en ese contexto, es importante contribuir haciendo un uso racional de la gasolina y el diésel oíl. Es prioritario poner nuestro granito de arena para que nuestra Bolivia continúe con estabilidad de precios, crecimiento económico, y sobre todo con seguridad alimentaria.

 


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