El Decreto 4850 y el misterioso mundo de los impuestos

Estos días se ha estado escuchando diversas opiniones muy complejas sobre tributos; por ejemplo, se ha dicho que ahora pagaremos impuestos por ver Netflix, que se creó un nuevo impuesto y que las casas subirán de precio. Por el lenguaje que usan los analistas resulta bastante complicado para el ciudadano de a pie entender de lo que están hablando y obviamente así cualquiera se confunde.

En tal sentido, tratemos de explicar de manera sencilla el sentido de estas noticias “alarmantes”; para esto nos enfocaremos en dos simples explicaciones: ¿De qué trata el Decreto 4850 de impuestos? y ¿Cómo nos afecta a los ciudadanos comunes?

En cuanto al Decreto 4850, que es la raíz de toda esta discusión, lo único que hace es que emprendedores como dentistas, abogados, arquitectos, etc. (denominados profesionales independientes), dejen de ser tratados como si fueran empresas; es decir que no se los compare con la Cervecería Boliviana Nacional o ENTEL al momento de pagar impuestos.

Por lo tanto, gracias a dicho Decreto ahora estos profesionales que trabajan por cuenta propia, dejarán de pagar el denominado Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUE), pero esto no quiere decir que ya no aportarán nada, sino que pagarán otro tributo en reemplazo de ese impuesto empresarial.

Este otro tributo es el RC-IVA, que no es un impuesto nuevo, ya que existe desde el año 1986 y se ha estado usando hasta la actualidad, solo que como cualquier norma, evoluciona para adecuarse a los tiempos modernos, manteniendo su esencia. La virtud de este denominado RC-IVA (Régimen Complementario al Impuesto al Valor Agregado) es que facilita bastante el pago de impuestos por los ingresos generados en el territorio nacional de personas naturales.

Por ejemplo, cuando anteriormente los profesionales independientes eran tratados como empresas, se presumía que el 50% de sus ingresos era su ganancia sujeta al pago de impuestos; sin embargo, ahora con el nuevo tratamiento pueden descontar el pago del impuesto con sus aportes a la seguridad social, así como con cualquier factura por la compra de bienes o servicios que haga.

¿Y cómo nos afecta a los ciudadanos comunes que no estamos en este grupo de personas?, pues en nada, al entender el objetivo del Decreto el lector puede discernir que no tiene implicación con Netflix o con el precio de las viviendas.

Para el caso de los que ven Netflix, ésta es una empresa extranjera transnacional con ganancias millonarias a nivel mundial y la única manera en que page impuestos es con una Ley específica de Impuestos a los Servicios Digitales como lo hacen los demás países, y el Decreto 4850 no tiene ese alcance. Por lo que es una total incoherencia que algunos analistas afirmen que se pagará impuestos por ver Netflix cuando no es el caso.

Sobre si elevará el precio de los departamentos y casas como se ha estado especulando, los únicos tributos que tienen una relación directa con el valor de las viviendas son los impuestos anuales por vivienda que cobran los municipios; o por el otro lado, en caso de su venta, también se paga un impuesto a la alcaldía por esa transacción. Por lo tanto, en ambos casos son las leyes de cada municipio las que regulan esos impuestos.

En consecuencia, este Decreto 4850 no crea impuestos, no aumentará en el precio de las viviendas y tampoco se aplica para los que ven Netflix. Por el contrario, desde hoy en adelante los profesionales independientes que eran tratados como empresas para el pago de impuestos, ahora pasan a un impuesto más sencillo denominado RC-IVA, que rige desde el año 1986 y tiene bastantes beneficios a momento de aminorar los pagos impositivos.

El autor es economista


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