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el ajedrez como herramienta didáctica en la educación primaria

El presente artículo pretende ser una reflexión acerca de algunos de los beneficios que puede aportar la práctica regular del Ajedrez a los millones de seguidores y practicantes que se hayan repartidos por los cinco continentes. La perspectiva adoptada a la hora de elaborar dicho documento está enfocada, principalmente, al ámbito infantojuvenil, aunque es nuestra obligación, señalar que su práctica en adultos puede resultar, además, una eficiente herramienta terapéutica. Vaya de antemano, poner en conocimiento del lector, que este artículo no pretende señalar al ajedrez como el juego por excelencia para mejorar los aspectos cognitivos de sus practicantes, pero sí, afirmar que, o bien debido a su bagaje histórico ( su práctica en Europa se remonta a más de 1000 años) o, bien a su extensión geográfica ( es el segundo deporte mundial con más federaciones en el mundo, sólo superado por el fútbol), los estudios científicos y ensayos didácticos sobre la práctica de este deporte respaldan el beneficio que el adiestramiento en su ejecución aporta a “ los ajedrecistas” a través de más de veinte facetas diferentes. A la hora de hora de buscar una explicación al hecho de que su introducción como asignatura no se encuentre aún de modo totalmente regularizado dentro de nuestras aulas, podemos encontrarla en la circunstancia de que uno de los hándicaps que ha padecido históricamente el ajedrez es su pésima divulgación y comercialización. Todo ello, conlleva, como consecuencia inmediata para el ciudadano medio, el concluir, de una forma poco reflexionada, que se trata de un juego con una dosis importante de aburrimiento, un entretenimiento “solitario”, que no invita a socializarse, no propio para niños y, por ello, a pesar de ser uno de los juegos con más practicantes a nivel mundial, no se juega de forma regular por el público medio en general.

Beneficios del ajedrez De manera objetiva y a través de la lectura de diversos estudios científicos, este trabajo pretende presentar los principales beneficios del desarrollo regular del ajedrez en la etapa infantil y juvenil. Señalar, antes de comenzar esta tarea, que, dicha práctica no hace referencia a un ejercicio intensivo de dicho deporte, sino más bien, al de una clase extraescolar, para entendernos. También, recalcar que el uso del ajedrez como herramienta docente no se concibe en este trabajo únicamente como una tarea consistente en jugar partidas, sino, más bien, en aprovechar el desarrollo del juego para desplegar otra serie de habilidades.

No es el objetivo, por tanto, de las iniciativas para la inclusión del ajedrez en las aulas, el pretender que los niños y niñas jueguen el resto de sus vidas al ajedrez, sino explotar los beneficios de su práctica con el objetivo de dotarles de otras herramientas que desarrollen en ellos capacidades que les permitan afrontar mejor los retos que les esperan en el futuro y completar su desarrollo de una forma más enriquecida. El ajedrez necesita, y por tanto desarrolla, muchos de los procesos cognitivos de alto nivel: atención, concentración, percepción espacial, memoria, motivación, toma de decisiones, análisis, organización, planificación, cálculo,… Es por ello que muchas de las técnicas modernas referentes a los estudios neurológicos en su mayor parte, (tomografía, resonancia magnética funcional, magnetoencefalografía, etc.) han reclutado a ajedrecistas en sus experimentos y, consecuentemente, se pueden encontrar varios ensayos científicos que toman como referente al ajedrez.

Dado que aún nos encontramos muy lejos de conocer lo suficiente sobre el funcionamiento del cerebro en general, y, sobre la inteligencia en particular, nos vemos limitados a la imposibilidad de alcanzar conclusiones categóricas acerca de este tema. Sin embargo, sí que podemos resaltar que existen dos conclusiones firmes en los ensayos que no se basan únicamente en los experimentos con tecnologías modernas. Dichas conclusiones son las siguientes:

 · El ajedrez es un campo que presenta un enorme interés para la neurociencia, y todavía quedan muchos aspectos desconocidos del mismo, y, por lo tanto, sin explorar.

· Existen partes del cerebro que los ajedrecistas utilizan más intensamente que otras personas.

Atención Existen cada vez más estudios que demuestran el beneficio del ajedrez en el campo de la atención. “El caso del ajedrez como herramienta para desarrollar las mentes de nuestros niños”, señala cómo el ajedrez mejora la atención sostenida que, “es la capacidad mediante la cual el foco atencional se puede mantener resistiendo al incremento de la fatiga y a las condiciones de distracción.

Memoria El psicólogo Adriaan de Groot (1914-2006), profesor de la Universidad de Amsterdam durante 30 años, realizó una investigación capital  a lo largo de cinco años que contó con la colaboración de uno de los mejores ajedrecistas del mundo en ese momento. Constituyó la base para que más adelante se construyeran las teorías de los patrones y las plantillas y trató de analizar cómo los ajedrecistas son capaces, de un vistazo, de descartar múltiples jugadas y escoger las mejores en base a la experiencia pasada. Con ello, dejó patente por primera vez las capacidades de los ajedrecistas en lo referente a memoria lógica o fotográfica.

Resolución de problemas y motivación Lo que han descubierto varios investigadores chinos encabezados por Xujun Duan es que, tanto principiantes como maestros, utilizan las mismas redes neuronales para resolver problemas, eso sí, con la notable diferencia de que los grandes maestros son capaces de desactivar la red básica para potenciar las redes encargadas de la resolución de problemas. Además, se activan partes del cerebro que facilitan la motivación.

Salud se podría hablar del ajedrez como herramienta terapéutica para corregir o prevenir enfermedades. Hay estudios que indican una menor predisposición de padecer enfermedades mentales como el Alzheimer en personas que practican el ajedrez y ahora mismo hay muchos programas de terapia para niños con TDAH e incluso con presidiarios con problemas de adicción a algunas drogas. Por supuesto, hay cientos de estudios que tratan otros efectos beneficiosos del ajedrez, como, por ejemplo, la organización y estructuración mental, la superación, la lógica, el sentido común, la organización, la planificación, el crecimiento personal, el fomento de valores o el aprendizaje de errores pero, sin duda, queda patente la cantidad de ensayos que refuerzan la idea que utilizar el ajedrez como actividad complementaria en la enseñanza aporta grandes beneficios sin apenas contraindicaciones.


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