La economía que reciben las nuevas autoridades, es momento de menos promesas y más acciones

Después que se realizaron las elecciones sub nacionales en todo el país, este pasado 8 de marzo, donde se escogieron las nuevas autoridades para los municipios, gobernaciones, asambleas departamentales y regionales, entre otros tantos cargos ejecutivos públicos, toca ahora que los mismos cumplan con sus promesas electorales y sus planes de gobierno; los mismos tenían como enfoque principal proyectos, planes, programas y políticas para la Reactivación Económica y lucha contra la Pandemia principalmente. Sin embargo, en el plano local, los candidatos para el Municipio y Gobernación de Tarija, no presentaron programas de gobierno con cambios “estructurales”, sino solo propuestas para hacer “Gestión, pero no Transformación”.

Creo que es importante hacer un breve diagnóstico de como esta nuestro departamento en lo económico y social, de como lo están recibiendo las autoridades recientemente electas, para así analizar si con su gestión pública mejoraron, empeoraron o dejaron en las mismas condiciones socio económicas a toda su población cuando acaben sus mandatos. El Departamento de Tarija tiene aproximadamente 583.300 habitantes, de los cuales 50.5% son hombres y 40,5% mujeres, de estos 67,9% están en el área urbana y 32,1% en el área rural; dato interesante es que un 56,1% es menor a 30 años, tenemos una base demográfica amplia de población joven. La tasa de alfabetismo es del 94%, un 24,6% de la población tiene acceso a internet y 24,8% a una computadora; respecto al tema de la vivienda un 78,5% tienen casa propia, el resto viven en casas alquiladas u otro tipo de tenencia. A lo que se refiere al acceso de Servicios Básicos, el 96,7% tienen energía eléctrica, un 72,4% tienen agua por cañería, un 60,5% posee alcantarillado y un 34,6% gas por cañería. El ingreso promedio por Hogar en Tarija es de Bs. 4.937, siendo promedio a nivel nacional; ahora la Tasa de Desocupación Global y la Tasa de Desocupación Urbana (enero 2021) fue de 6,96% y 10,59% respectivamente. Todo esto se refleja en que el Índice de Pobreza es de 37,8% y el Índice de Extrema Pobreza de 12,4%; otro dato importante es que el Índice de Gini de 0,42, indica que de cierta manera hay una concentración de distribución pareja de los ingresos en toda la población, pero la Razón P90/P10 muestran que el ingreso promedio del 10% del más rico supera 7,6 veces al ingreso promedio del 10% del más pobre. Toda esta información fue obtenida del INE, principalmente de la Encuesta de Hogares 2019, gran herramienta de análisis del nivel de vida de la población en Bolivia.

En lo económico, según datos del INE, el 2019 tuvimos un decrecimiento del PIB de -5,97%, un PIB nominal de $us. 3.056 millones y un PIB per cápita de $us. 5.330; esta contracción económica importante y sostenida viene desde el 2014 por la caída del sector hidrocarburífero, tanto en volúmenes y precios de venta, lo cual que repercutió que en la mayor parte de las actividades económicas también tengan un decrecimiento. Se estima que el 2020 nuestra económica tuvo una contracción económica cerca al 11%, similar al país, en parte debido a la paralización casi total de la industria y comercio por el tema de la pandemia, pero también por la gran dependencia que tiene nuestra economía por la venta de Gas Natural, al Brasil y la Argentina, que representa un 98% de todas nuestras exportaciones como departamento. De acuerdo a datos del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas el Presupuesto Vigente de la Gobernación de Tarija es de Bs. 1.239.666.574,00 y del Municipio de Tarija de Bs. 571.233.273,56 para esta gestión 2021, lo cual denota un descenso importante de sus techos presupuestarios lo cual limitara mucho su inversión pública y productiva, además de que casi un 35% se destina a pago de sueldos y salarios.

Es de conocimiento público que la crisis que viene arrastrando nuestra economía es principalmente por la gran dependencia que tenemos con los ingresos fiscales hidrocarburíferos, como también por el gran aparato publico burocrático e ineficiente con elevado gasto fiscal, otra razón es el elevado nivel de endeudamiento sin fuentes seguras para solventar las mismas, se asumió competencias y responsabilidades propias del Gobierno Nacional que costaron millones de dólares y la ausencia del famoso Pacto Fiscal para la conciliación de deudas y cuentas con el Estado; si a todo esto además le sumamos los conflictos y desencuentros políticos internos y externos y sobre la Pandemia que contrajo de manera fuerte la demanda y oferta agregada departamental, sobre todo en la industria, comercio y construcción.

Lo que queda ahora hacer a las nuevas autoridades del departamento es lo siguiente: 1) Planificar salir de la crisis y lograr una reactivación económica sostenida con un modelo de economía diversificada donde se vaya cambiando poco a poco la matriz productiva regional. 2) Inyección importante de recursos propios y externos que dinamicen oferta y demanda agregada, por lo tanto, es clave traer capitales del Gobierno Nacional, de Organismos de Financiamiento, de países amigos, de Cooperaciones internacionales y otros. 3) Reajuste Presupuestario y Re ingeniería Financiera de todo el sector publico departamental. 4) Implementar las Alianzas Publico Privadas de forma eficiente y efectiva dentro de las limitantes de la actual Ley de Promoción de Inversiones. 5) Desarrollar la economía naranja y la economía verde de forma objetiva en el Departamento de Tarija aprovechando los recursos y potencialidades que tenemos en nuestra región. 6) Mejorar las condiciones de ingreso y empleo sostenible de la población con la participación activa del sector privado, donde es clave otorgarles créditos blandos a la mayoría de los empresarios locales. 8) Buscar el Pacto Fiscal y reducir gastos que no competen al departamento. 9) Buscar reducir la presión fiscal y dar mejores condiciones impositivas al sector privado. 10) Combatir drásticamente el contrabando, sobre todo el que viene de la Argentina. Seguramente hay más medidas y políticas para llegar a este cometido, sin olvidar el anhelado Desarrollo Sostenible, sin embargo, no solo depende de recursos financieros, sino sobre todo de dejar a un lado las rencillas y diferencias políticas y sumar esfuerzos con voluntades sensatas para salvar a nuestro departamento. ¡Es hora que todos nos pongamos la camiseta rojo y blanco!


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