Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Educación de calidad, para darle calidad a la democracia

Todos sabemos que democracia es una forma de gobierno de un país; en el que, los ciudadanos eligen a las personas que deben gobernarnos, y que la ciudadanía debe participar activamente velando porque cuánto se haga al gobernar, en todos los aspectos y estamentos de la vida nacional, tenga que ver con el bien, los derechos y la justicia de todos; con el bien común. De hecho, no es lo que generalmente sucede en nuestro país: al simplemente participar en las elecciones y dejar que los elegidos tengan carta blanca en lo que hagan después; como alguien inclusive lo dijo, una vez en el poder “Ustedes me han dado un cheque en blanco, ahora yo soy dueño de hacer con él, lo que a mí me parezca”.

La pobreza es el porqué de todas las candidaturas; pero: “Jamás combatirán la pobreza porque necesitan de ella para ganar elecciones”; es necesario reconocer que la pobreza no sólo es de plata, sino de conocimiento, de espíritu, de honestidad, de ética y moral; de capacidad para negociar y de interactuar de igual a igual en la vida diaria, la misma que nace como consecuencia de la pobre educación; de la pobre capacidad de desempeño laboral.

 Pepe Mújica dice: “El líder que paga para que lo sigan, no es político, es mercader.” Esto es lo que se ve en las campañas; gastar cantidades de dinero, para hacerse ver con un pobre pueblo, como el ciudadano ideal en la contienda electoral para ganar el voto; con muy honrosas excepciones desde luego. Todos dicen que van a servir; pero resulta que más van a servirse. Todos, al decir, son obligados por su espíritu patriótico o por el pueblo necesitado de mejores días, de mejor futuro.

En cuanto a educación, les recordaré que en el mundo se realizaron tres foros entre 1990 y el 2015. En el I Evento Mundial se asume el siguiente propósito que quedó vigente hasta hoy: “Formar personas con conocimientos académicos, científicos, técnicos, artísticos y tecnológicos; con valores, destrezas y capacidades; con competencias para: analizar, sintetizar, resolver problemas, tomar decisiones, manejar información, cuidarse y cuidar el medio ambiente; comunicarse y negociar; que tenga actitudes y comportamientos de tolerancia a la diversidad, capacidad de trabajar en equipo y adaptabilidad.” 

Si la educación en nuestro país se enmarcaría dentro del anterior espectro concepto, tendríamos como consecuencia una ciudadanía culta y una democracia cualitativamente alta y no la que después de 32 - 33 años de vida, apenas gatea y no muestra los pantalones largos que debía tener.

Son más de 3 décadas de vida democrática y pocos son los frutos cosechados de esta pobre siembra. Si de quienes, y cómo se gobierne la casa grande de todos, depende, como debía ser lógico, los resultados de bienestar de la población y de la nación, los resultados en nuestro país nos demuestran objetivamente que no tuvieron capacidad para hacerlo. Creo, además, que la capacidad se genera por la calidad de formación/educación de los recursos humanos, la capacidad y calidad de gente y, tampoco se mostró capacidad de creación de esta nave educativa que nos lleve a buen puerto. “Seguimos haciendo lo mismo esperando resultados diferentes (Einstein).

Según Página Siete entre el 2010 y 2014, se gastaron en elecciones 940.2 MM. de Bs. y si a ello le agregamos el referéndum que no valió para nada, las innecesarias elecciones primarias y las elecciones generales que fueron anuladas por fraude, se tiene un total de 1.350.1 MM de Bs. Si a esto le sumamos los gastos en las campañas que cada agrupación política, más las obras mal hechas y la corrupción; imaginémonos cuantos dispositivos tecnológicos se podían haber adquirido para dotar a la totalidad de estudiantes del país para la interconexión, incluido internet e inclusive pagar salarios justos a los profesores, para hacer hoy la educación emergente que se precisa, evitando mayor discriminación y ausentismo escolar.

Que bien señala en su frase Nelson Mandela, un político de los muy pocos en el mundo, cuando dice: "Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas; la DEMOCRACIA es una cascara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan un parlamento"

Ante este estado de situación nos hace falta apropiarnos y asumir la frase de Tomás Balut: “Cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud”.

Propongámonos construir ciudades del conocimiento en vez de las ciudades de cemento. Hagamos democracia política, económica, social, etc. Que se respete la igualdad de derechos y oportunidades, con una muy activa participación ciudadana. Nuestra democracia tiene sus sombras: el dedazo, el jefazo, las roscas, los levanta manos, la democradura y, hasta el liderazgo heredado; sombras que podrían superarse con una educación de calidad para todas y para todos, para toda la vida.

Sería ideal que ahora, pasadas las elecciones, todas las propuestas deberían ponerse en una mesa y construir lo que debe ser el municipio y el departamento de todos; para que así, todos construyamos camino y no seguir con la dinámica de siempre; mientras unos se esfuerzan por levantar piedras, otros las ponen y seguimos como antes.


Más del autor