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Cambiamos ahora o no cambiamos ¡nunca!

 La pandemia del COVID – 19, no nos estaría permitiendo el retorno a las clases presenciales para todo el sistema de educación regular en nuestro país, por el riesgo de contagio con este fatal mal. Para evitarlo, se requiere de varias y precisas medidas de bioseguridad y entre ellas el distanciamiento social; por cuanto se debe conservar una distancia de 1, 5 ms. entre persona a persona y esto haría que los grupos de 40 - 50 alumnos por clase, hasta antes de la pandemia, tendrían que reducirse a 20 – 25; lo que requerirá doble cantidad de docentes y, además, adecuar en aulas tantísimas “jaulas” escolares, entre otras cosas.  

Al no ser posible continuar con la modalidad educativa expositiva y magistral para grupos de estudiantes, con maestros y alumnos en un aula frente a frente, usando preponderantemente la tecnología ltp. (Lengua, tiza y pizarrón); habrá de ser preciso dar paso al uso de diferentes medios tecnológicos y logísticos como: el internet, la tablet, la computadora, el celular, módulos impresos, dosier, televisión, audio casetes, videos, radio emisoras, plataformas, etc., de acuerdo a disponibilidades en cada medio. Esta sería una feliz oportunidad para que el estudiante cuente con varias opciones por separado y/o juntas, que favorecerán a sus diferentes sentidos y fortalecerán su percepción global, permitiéndoles, como ser, como persona, impregnarse de más y diversas sensaciones a convertirlas en saberes construidos autónomamente y de manera individualizada; lo que en suma mejoraría la calidad educativa.   

La NASA (2017) hizo el estudio, “Break Point and Beyond”, que indica que nacemos genios; pero, somos reducidos por el sistema educativo. Para dicha investigación, se aplicó una prueba a 1.600 niños de 4 a 5 años que dieron 98% de puntuación de genios; 5 años después, se aplicó otra evaluación y curiosamente habían disminuido el 68%, quedando sólo el 30% de genios potenciales. Otros 5 años más tarde, cuando los niños ya estaban en secundaria, habían disminuido al 12% y finalmente a los 25 años a sólo 2%, las personas que aún podían ser genios.  

Con estos resultados el reto en educación es abismal, dado que el modelo educativo tradicional, como queda demostrado en este estudio, ha muerto. Este estudio demuestra que: “Parecería que habían comenzado como genios y luego por su paso por la escuela se habrían vuelto tontos”.  

Leslie Hart (1980) dice: “Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro, es como querer diseñar un guante sin haber visto nunca una mano”; esto es lo que prácticamente hemos hecho desde que surge la primera escuela pública en Prusia – Alemania en 1794. Ahora es un imperativo que la nueva arquitectura pedagógica aplique la Neurociencia en un nuevo modelo educativo que contemple, además, la Resolución del III Foro: “Objetivos, de Desarrollo Sostenible 17” de los que el cuarto objetivo, referido a educación; dispone: Educación Pública de Calidad para Todos y para toda la vida, para los diferentes contextos y niveles.  

Bolivia requiere urgentemente superar la grave crisis que atraviesa y tiene que aprovechar su riqueza natural, su riqueza cultural, su creatividad y riqueza intangible diversa, distribuida en muchas regiones del país y añadir valor a sus productos, para salir de la pobreza; para n oo seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes, como diría Albert Eistein. Por tanto, siguiendo el camino de los países que hoy se encuentran a la cabeza en desarrollo, economía y calidad de vida; debemos asumir este reto de cambiar el paradigma educativo para instalarnos en el nuevo contexto en que vivimos y convertir la crisis/desgracia por la que atravesamos, en oportunidad para demostrar nuestra capacidad y entereza por construir un mejor futuro. Es insoslayable el tener que generar revolución vía educción. Formemos al hombre para crear el mundo de unidad, igualdad, paz y progreso ininterrumpido; Bolivia y los bolivianos lo merecemos. 

Es admirable la predisposición de los trabajadores con el conocimiento (profesores) que, llorando, pero remando, en busca de una salida a la crisis, realizaron encuentros virtuales, presenciales departamentales, regionales, nacionales e inclusive internacionales donde afloraron una gama de medios, estrategias y acciones para hacer frente a la situación de imposibilidad de continuar con la forma tradicional y regular de hacer educación. Este es un enorme capital humano que, si se les da las condiciones necesarias a ellos y a todo el estudiantado, pueden ser capaces, bajo el mando de las autoridades de la nación, de hacer la verdadera revolución educativa para el progreso y liberación de la nación entera.  

Es ahora o nunca, de liberarnos del anacrónico protocolo educativo y estribar en un sistema de aprendizaje multimodal, usando diversas tecnologías apropiadas, para contar con una educación de primera, con profesores de primera y con salarios de primera. No hacerlo, sería renunciar a la oportunidad, obligada, que tenemos los bolivianos de salir de la tradicional educación en la que nos guarnecemos y con ella de la grave crisis económica que ya sufrimos y que puede agravarse, si no encontramos salidas alternativas, a corto, mediano y largo plazo, teniendo como eje central la formación del hombre al servicio de la sociedad y de la patria.  

Construyamos sinergia entre todos los involucrados en educación, entre departamentos, entre regiones, entre culturas, entre proyectos políticos y entre todos los bolivianos; salvemos a la patria y salvémonos todos; caminemos con la mirada puesta en construir el edificio humano, para orgullo y felicidad de todos. Vamos compatriotas, sin egoísmos, sin odios y sin mezquindades.


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