Secuelas y consecuencias directas e indirectas de la Covid-19
Actualmente la Covid-19 continúa sumando más casos y muertes a escala mundial, la pandemia desnudó completamente el sistema de salud de todos los países y de varios gobiernos, con graves consecuencias económicas en todo el planeta y que afecta más a la población con escasos recursos económicos.
En este escenario catastrófico pronto se visibilizarán las secuelas directas y las consecuencias indirectas que deja la pandemia de la Covid-19 en nuestra población. Entre las secuelas directas están las lesiones irreversibles a los pulmones ocasionando incapacidad para retomar las actividades cotidianas, como cansancio al menor esfuerzo que puede ser debido a una fibrosis pulmonar.
Además de en los pulmones, se observan también lesiones en el corazón, intestinos, riñones, piel y alteraciones en la coagulación. Por ello, se considera a la Covid-19 como una enfermedad sistémica, y no solo una enfermedad respiratoria.
Otras secuelas importantes son las que se observan a nivel del sistema nervioso, como cambios en la fuerza motora o en la sensibilidad, cambios cognitivos, deterioro de la memoria y de la capacidad para razonar; casos de síndrome Guillain-Barré, dolor de cabeza persistente, dolores musculares, pérdida de olfato e incluso se ha descrito la perdida de la audición, etc. Cada día, diversos estudios confirman la persistencia de síntomas y secuelas luego de la fase crítica de la enfermedad.
Dentro de otros efectos están también los vinculados a la salud mental, porque durante todo este tiempo muchas personas experimentaron situaciones de estrés, ansiedad, depresión, alteraciones del sueño y tristeza que provocan brotes de herpes simple, acné, fatiga crónica y migraña, por lo cual la calidad de vida de las personas se ve muy afectada.
La crisis sanitaria nos obliga a cumplir con protocolos de bioseguridad en el trabajo, lugares públicos, el hogar y de manera personal que tendrán consecuencias a mediano y largo plazo; como ser la resistencia de algunos microorganismos (bacterias y hongos) por la utilización excesiva de desinfectantes de amplio espectro que establecimos para tener espacios de bioseguridad que nos mantienen en una burbuja, aislados de los gérmenes más comunes.
Nuestra flora microbiana normal ha disminuido y nuestro sistema inmune no está siendo estimulado, debido al escaso o nulo contacto con gérmenes habituales, lo que nos está llevando a una respuesta inmune deficiente. Por ello, una vez que dejemos las mascarillas, la ola de infecciones respiratorias y gastrointestinales serán más frecuentes.
Otra consecuencia indirecta es que el Ministerio de Salud de Bolivia, y los de otros países, descuidaron la atención de otras patologías como la diabetes, el cáncer, la hipertensión, la obesidad, el VIH, las enfermedades renales, etc., como también se dejaron las estrategias de prevención como las vacunas.
Las repercusiones de esta pandemia van más allá de la propia enfermedad y de las personas afectadas por la Covid-19. Por ello, nuestras autoridades del sistema de salud público, tendrán que tener en cuenta estas consideraciones para responder de manera adecuada y en el momento oportuno.
*El autor es médico, responsable del Servicio de salud del Instituto para el Desarrollo Humano-Bolivia
