Un riñón al tacho
Hay varias formas de mala praxis médica, la negligencia es una de ellas y, en este caso parece ser la falta cometida por el cirujano nefrólogo. La negligencia médica es el incumplimiento de los principios de la profesión. Lo que se debe hacer no se hace o, sabiendo que no se debe aún lo...
Hay varias formas de mala praxis médica, la negligencia es una de ellas y, en este caso parece ser la falta cometida por el cirujano nefrólogo. La negligencia médica es el incumplimiento de los principios de la profesión. Lo que se debe hacer no se hace o, sabiendo que no se debe aún lo hace. En estos casos concretos la justicia hace su parte, imputa responsabilidad personal, aplica la norma, sanciona y listo, caso cerrado. El suceso concreto pasara a la anécdota, a la historia, pero el fenómeno no. Este continúa y lo alarmante, cada vez con mayor frecuencia.
En todas partes hay negligencia médica, pero en Bolivia, siguen muriendo personas por malas prácticas médicas, son pocos los casos que logran atención mediática, los demás se van a la tumba sin hacerse público, despachados como sí que. Según el Comité de Lucha Contra la Negligencia Médica, a nivel nacional a diario se registran entre 100 y 200 casos de “errores médicos”, y muchos de ellos tienen que ver con malas prácticas médicas (negligencia, impericia, imprudencia) y otras con las condiciones de trabajo en las que se encuentran, desde la infraestructura, falta de equipamiento, medicamentos, insumos, hasta ausencia de recursos humanos, entre otros.
Siempre habrá malas prácticas médicas porque errar es propio del humano pero, cuando se hace frecuente hay algo que debemos preguntarnos. Para analizar e interpretar un hecho, un principio del conocimiento es, ubicar a los mismos en situación contextual, ya que permite pensar la parte (el hecho en sí) con el todo (el sistema), mirando el nivel micro de la acción individual y el nivel macro de la estructura social, en relación una con la otra. Entonces debemos reflexionar sobre los motivos, las razones, correlaciones o las condiciones que propician la frecuencia del fenómeno.
Acá ya vemos …otras dimensiones del fenómeno o problema en cuestión: ausencia o malas políticas públicas de salud, autoridades y políticos que no hacen su trabajo. No nos olvidemos que la salud es una política social que regula y ejecuta el Estado, la atención médica curativa la realizan los galenos y paramédicos, ambos grupos de actores son responsables de que el sistema de salud sea bueno o malo.
El Estado en todos sus niveles hace gestión de la política de salud, el sector médico se encarga de las prestaciones en salud, y al ciudadano le incumbe su autocuidado. Porque la salud es responsabilidad de todos.
Llegaríamos de este modo a pensar que al final hay responsabilidad política. ¿Podríamos así detectar una negligencia política por negligencias médicas frecuentes que están ocurriendo? Las malas praxis médicas afectan a pacientes, las malas políticas afectan a todo un país.
Que valga la pena éste drama humano para sacar lecciones y conclusiones más amplias y rigurosas, pero no tan fáciles como que la culpa del cirujano la tiene el bisturí.
*Sociólogo
En todas partes hay negligencia médica, pero en Bolivia, siguen muriendo personas por malas prácticas médicas, son pocos los casos que logran atención mediática, los demás se van a la tumba sin hacerse público, despachados como sí que. Según el Comité de Lucha Contra la Negligencia Médica, a nivel nacional a diario se registran entre 100 y 200 casos de “errores médicos”, y muchos de ellos tienen que ver con malas prácticas médicas (negligencia, impericia, imprudencia) y otras con las condiciones de trabajo en las que se encuentran, desde la infraestructura, falta de equipamiento, medicamentos, insumos, hasta ausencia de recursos humanos, entre otros.
Siempre habrá malas prácticas médicas porque errar es propio del humano pero, cuando se hace frecuente hay algo que debemos preguntarnos. Para analizar e interpretar un hecho, un principio del conocimiento es, ubicar a los mismos en situación contextual, ya que permite pensar la parte (el hecho en sí) con el todo (el sistema), mirando el nivel micro de la acción individual y el nivel macro de la estructura social, en relación una con la otra. Entonces debemos reflexionar sobre los motivos, las razones, correlaciones o las condiciones que propician la frecuencia del fenómeno.
Acá ya vemos …otras dimensiones del fenómeno o problema en cuestión: ausencia o malas políticas públicas de salud, autoridades y políticos que no hacen su trabajo. No nos olvidemos que la salud es una política social que regula y ejecuta el Estado, la atención médica curativa la realizan los galenos y paramédicos, ambos grupos de actores son responsables de que el sistema de salud sea bueno o malo.
El Estado en todos sus niveles hace gestión de la política de salud, el sector médico se encarga de las prestaciones en salud, y al ciudadano le incumbe su autocuidado. Porque la salud es responsabilidad de todos.
Llegaríamos de este modo a pensar que al final hay responsabilidad política. ¿Podríamos así detectar una negligencia política por negligencias médicas frecuentes que están ocurriendo? Las malas praxis médicas afectan a pacientes, las malas políticas afectan a todo un país.
Que valga la pena éste drama humano para sacar lecciones y conclusiones más amplias y rigurosas, pero no tan fáciles como que la culpa del cirujano la tiene el bisturí.
*Sociólogo