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Cambridge Analytica

El escándalo del supuesto abuso de privacidad de datos realizado por la empresa Cambridge Analytica en dos procesos electorales (las elecciones presidenciales de EEUU en las que Trump resultó ganador y el referéndum que resolvió la salida del Reino Unido de la Unión Europa) ha marcado las...

El escándalo del supuesto abuso de privacidad de datos realizado por la empresa Cambridge Analytica en dos procesos electorales (las elecciones presidenciales de EEUU en las que Trump resultó ganador y el referéndum que resolvió la salida del Reino Unido de la Unión Europa) ha marcado las dos últimas semanas de actualidad mundial.

Cambridge Analytica logró armar una base de datos de electores con información de 50 millones de perfiles de Facebook, la cual le permitió elaborar cerca de 30 perfiles de votantes, a quienes se les enviaba mensajes producidos específicamente para cada perfil. Esto, opinan algunos expertos, manipuló la opinión pública y la intención de voto favoreciendo la elección de Trump y el sí por la salida del Reino Unido de la Unión Europea; ambos procesos en los que Cambridge Analytica estaba contratada como empresa de análisis de datos y de comunicación política.

Lo que esta empresa ha hecho en una primera parte no difiere de lo que la mayoría de empresas de internet hacen legalmente, pero con implicaciones éticas que están actualmente en acalorado debate: extraer datos personales de sus usuarios con su consentimiento firmado, pero sin entendimiento real de las implicaciones en sus vidas ni de los datos que acceden a compartir. El modelo de negocios que se ha impuesto en internet es el siguiente: las empresas extraen nuestros datos incluso por solo navegar en sus sitios web, a través de cookies que se anuncian cada vez que estamos navegando en un sitio, y luego las procesan o las venden a terceros.

La segunda parte es lo diferente, la capacidad de procesamiento de datos que pocas empresas tienen. Es decir, el modelo teórico y algorítmico que permite procesar esos datos para definir perfiles en un ejercicio de microsegmentación de público votante. En una sociedad de conocimiento gana quien tiene la capacidad de procesar datos para resolver necesidades o fundar negocios. Quienes solo acceden a los datos, los ordenan y los limpian son los perdedores de la historia, que son la mayoría de las empresas de base tecnológica.
Entonces ¿es ilegal procesar datos? ¿Es ilegal procesar datos para hacer perfiles de votantes y dirigirles mensajes? ¿Es ilegal conseguir datos de Facebook, empresa que establece en el contrato con cada usuario y usuaria que podrá darlos a terceros con motivos de marketing? Parece que nada de esto es ilegal, pero tiene implicaciones en aspectos como la calidad de la democracia, la libertad de expresión, el acceso a la información y la privacidad de datos. El juicio implantado en el Reino Unido está debatiendo estos temas.

*Es ciberactivista y burócrata

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