Ciudadanía activa en el desarrollo tecnológico

Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y la tecnología en general tienen un rol central en nuestras vidas ya sea a través de las redes sociales, la televisión y nuestros celulares, como a través de otros mecanismos menos evidentes como los algoritmos que gobiernan las lógicas de las plataformas tecnológicas o la inteligencia artificial que incluye a las computadoras en procesos de análisis y predicción complejos.

Las personas solo vemos y entendemos la etapa del uso de esos procesos complejos de creación: cómo funciona un celular, cómo descargar una app, qué se requiere para abrir una cuenta en un servicio, etc. No logramos entender los problemas que implican todos los pasos para llegar a que una tecnología esté en nuestras manos. Esta complejidad, nuestra falta de entendimiento de ella y la creencia de que la tecnología no tiene dinámicas de poder son algunos de los principales temas de debate acerca de la tecnología hoy en día.

El ritmo del desarrollo tecnológico hace cada vez más difícil estar actualizado y tomar posición al respecto de las ofertas tecnológicas, sea un juego con FaceApp que pide datos personales a cambio de mostrar cómo nos veríamos como viejos, o sea una empresa como Google o Cisco ejecutando políticas educativas públicas en un país. Preguntas como ¿Está bien jugar con FaceApp siendo que ya tantos servicios tienen nuestros datos de reconocimiento facial (una más qué importa)? ¿O será que es posible tomar decisiones acerca de qué datos personales compartir con qué empresas y bajo qué términos?

En el segundo ejemplo, las preguntas: Si un Estado no tiene la capacidad tecnológica de Google o Cisco, ¿el mejor camino para una política educativa de calidad es firmar convenios con estas empresas para que ejecuten políticas públicas tan sensibles como la educación? ¿O existen otros caminos que incluyan la soberanía tecnológica de los Estados y de la ciudadanía a la vez que incluyan desarrollos tecnológicos a los procesos educativos?

Las respuestas no son blanco o negro, no podemos llegar a la conclusión que las empresas de base tecnológica son los actores malos y no hay que trabajar con ellas bajo ningún aspecto o que los Estados siempre quieren usar tecnología para vigilar a su ciudadanía, por lo que hay que enfrentarlos, o que la ciudadanía nunca hace uso abusivo de las tecnologías. Ninguna de estas aseveraciones es completamente real o completamente falsa. Hay debates amplios detrás de cada una de ellas.

Lo que queda, aunque creamos que no hay tiempo para ello, es informarse lo mejor que se pueda, entender que hay juegos de poder en cada fase del desarrollo tecnológico y tomar un rol activo en la defensa de los derechos ciudadanos al usar estas tecnologías.

*Es ciberactivista y burócrata.


Más del autor
Discurso de odio
Discurso de odio
Acoso en línea
Acoso en línea