Gilbert Muñoz y Cristian Mariscal
La salida de Gilbert Muñoz era un secreto a voces que él mismo negó a este medio en las ocasiones en las que se le preguntó directamente por las muchas informaciones que confirmaban su despedida. Algo ha pasado desde los días previos a Navidad hasta el 18 de enero de 2018. En la agenda...
La salida de Gilbert Muñoz era un secreto a voces que él mismo negó a este medio en las ocasiones en las que se le preguntó directamente por las muchas informaciones que confirmaban su despedida. Algo ha pasado desde los días previos a Navidad hasta el 18 de enero de 2018. En la agenda pública de los casos impulsados por la Fiscalía ha habido novedades en dos de ellos: por un lado el juicio por enriquecimiento del Ex alcalde Óscar Montes no se produjo por prescripción, dejando en evidencia el trabajo de los propios fiscales ; por otro se dejó sin sustancia el recurso del Gobernador Adrián Oliva para sortear la denuncia por la permuta del cemento asfáltico en la Santa Ana – Yesera por la que se tendrá que sentar en el banco de los imputados mientras dura la investigación. Gilbert Muñoz se convierte ahora en un “fiscal superior”, un cargo equivalente a una inspectoría coordinadora de varios departamentos y que ni siquiera los doctos en la materia pueden explicar exactamente en que consiste. Para unos es un castigo, para otros es el penúltimo escalón hacia la Fiscalía General del Estado. Lo evidente es que si alguien puede hacer de un cargo irrelevante un púlpito desde el que atraer atención mediática y acumular aún más poder ese es Gilbert Muñoz. La coincidencia de acciones del Fiscal con los objetivos estratégicos del Movimiento Al Socialismo, que tienen en la destitución del Gobernador Mario Cossío en 2010 en base a una acusación formal firmada por Muñoz su punto álgido, ha alimentado todo tipo de teorías. Muñoz se ha constituido en un poder en sí mismo dentro de la política tarijeña. Temido por casi todos, sobre todo por los que tienen cosas que tapar, diferentes grupos se han movido para tratar de sacarlo de su puesto desde hace años. Ahora dudan si tiene más o menos poder que antes.El pasado lunes, cuando el Fiscal General Ramiro Guerrero llegó a Tarija para comunicarle la decisión definitiva sobre su futuro a Muñoz, Guerrero destacó que era uno de los departamentos más ordenados y avanzados y que más carga procesal había logrado liberar. Un sello muy Muñoz, que no se caracteriza por ser excesivamente pulcro ni metódico, pero si expeditivo.Muñoz, el único Fiscal Departamental que fue retenido dos veces en su vehículo por la Policía, deja una hoja de servicios acorde a su marcada personalidad, histriónica y con vacíos. Muñoz deja inhabilitado a Mario Cossío, pero no por el caso que lo sacó de la Gobernación, del cual salió absuelto. Muñoz deja medio centenar de casos trabados contra Lino Condori. Muñoz deja incomodado a Oliva. Muñoz deja libre a Óscar Montes… Muñoz sabrá encontrar las formas para acabar los trabajos que considere necesarios y en el momento en el que considere preciso pero Muñoz deja sobre todo una gran duda en la sociedad tarijeña. Un caso irresuelto que le acompañará allí donde vaya.Gilbert Muñoz, el alumno aventajado, el Fiscal precoz, el erudito, el perspicaz, no supo resolver el caso de la desaparición de Cristian Mariscal, el periodista de Plus TV y de esta casa que un 19 de enero de 2014, cuatro años menos un día del cese de Muñoz, desapareció. Desapareció dejando rastro, pero fue la Fiscalía dirigida por Muñoz la que, al menos se cruzó de brazos, mientras las pruebas que podían explicar lo que pasó aquella noche se iban arruinando. Se arruinó la sangre en la casa donde estuvo la última vez; se arruinaron los celulares de los que tuvieron comunicación esa última noche; se arruinó el vehículo en el que desapareció y que Plus TV pudo encontrar; se arruinó todo. Transcurrió el tiempo. La pregunta sigue siendo la misma. ¿Qué pasó con Cristian Mariscal Fiscal Superior del Estado?