La deserción escolar
La deserción escolar puede entenderse, cómo abandonar las obligaciones y separarse de las concurrencias que se solían frecuentar, por parte de los estudiantes, provocado por la combinación de factores que se generan tanto al interior del sistema como en contextos de tipo económico, social,...
La deserción escolar puede entenderse, cómo abandonar las obligaciones y separarse de las concurrencias que se solían frecuentar, por parte de los estudiantes, provocado por la combinación de factores que se generan tanto al interior del sistema como en contextos de tipo económico, social, familiar, individual y del entorno. Podrimos decir que una de las grandes dificultas que atraviesa el sistema educativo.Donde se debe abordar con más énfasis el solucionar esta dificultad es en la familia, que ejerce un peso clave a la hora de que un niño en edad escolar lleve a cabo la citada deserción. Y es que el hecho de que este deje de asistir a clases está en relación, en muchas ocasiones, con las características de su entorno. Así, cuando el mismo tiene escasos recursos económicos, no tiene una residencia fija y además los padres no tienen formación académica, se dan los factores para que el pequeño no acuda al colegio.Es innegable que en esa deserción escolar influye de manera notable una serie de factores que son relativos al propio niño y que determinan su falta de interés o de motivación para acudir a diario a clase. Entre aquellos se encontrarían, por ejemplo, que tiene problemas para el aprendizaje, que fuera de las aulas tiene que trabajar y tener responsabilidades de adulto por la situación que vive su propia familia, que posee rasgos agresivos o que tiene más interés en otras cosas que en formarse.Fuera de los trastornos físicos y los problemas económicos, existen ciertas causas de ausentismo escolar relacionadas con el plano emocional de la persona. Las diferentes etapas de la enseñanza escolarizada pueden presentar desafíos que no todos los estudiantes están preparados para superar. Cuando un individuo siente que no encuentra su propio espacio, que no hay un lugar reservado para él en el grupo de alumnos que le ha sido asignado y la imposibilidad de adaptarse al entorno suele conducir a la decisión de ausentarse de las clases.En el campo la migración por motivos económicos y la lejanía entre las comunidades, hace que los padres se lleven a sus hijos a las escuelas de los centros más poblados, dejando las clases a media gestión.Otros abandonan la escuela y al año siguiente vuelven a repetir el curso, lo que suma otro problema: el retraso escolar, niños que deberían estar en un curso pero lo repiten varias veces por diversas cuestiones.Los factores de deserción, pueden ser resumidos en los siguientes:1. Problemas de desempeño escolar, esto es, un bajo rendimiento, dificultades de conducta y aquellos relacionados a la edad.2. Problemas con la oferta educativa o la falta de establecimientos, es decir, ausencia del grado, lejanía, dificultades de acceso, ausencia de los maestros.3. Falta de interés de las/los adolescentes y de sus familias en educación.4. Problemas familiares, básicamente mencionado por las niñas y los adolescentes tales como la realización de quehaceres del hogar, el embarazo y la maternidad.5. Problemas relacionados al medio que los rodea tanto comunitario como en las redes sociales existentes.6. Razones económicas, falta de recursos en el hogar para hacer frente a los gastos que demanda la escuela, el abandono para trabajar o buscar empleo.7. Otras razones, tales como la discapacidad, servicio militar, enfermedad o accidente, asistencia a cursos especiales, entre otros.De los factores mencionados, el problema más inmediato es que más del 70% de los jóvenes señala que se ha retirado por dificultades económicas o porque se encuentra trabajando o buscando empleo. Sin embargo los bonos han ayudado de gran manera a disminuir la deserción escolar porque ahora los estudiantes prefieren “aguantar” hasta fin de año y pasar la escuela “aunque pataleando” para recibir su bono Juancito Pinto.La entrega de becas y ayudas económicas es un mecanismo habitual para combatir la deserción escolar.Una explicación aún más concreta de la importancia de la educación en el crecimiento económico la tiene Hogendorn (1996), establece que la educación de baja calidad dentro de las poblaciones de bajos ingresos conlleva en la mayoría de los casos a malos ingresos, o bien; las diferencias de dotaciones iniciales de educación pude explicar una mayor parte sobre la determinación del nivel de ingresos per cápita entre los países desarrollados y en desarrollo. Finalmente, establece que la mejor forma de medir el capital humano es a través de la variable educación.“Cuando un niño presenta fracaso escolar, no es el niño el que fracasa. Fracasamos TODOS los adultos que estamos a su alrededor”