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Crestomatía Tarijeña De la curiosidad criolla al interés científico

Pero hoy nos detenemos  en unos autores nacidos en el departamento de Tarija: Miguel y Paola Viviana Montenegro, quienes este año publicaron Crestomatía Tarijeña, obra que uno puede entender según los dos significados que se dieron al principio; es decir a la “griega”, como un...

Pero hoy nos detenemos  en unos autores nacidos en el departamento de Tarija: Miguel y Paola Viviana Montenegro, quienes este año publicaron Crestomatía Tarijeña, obra que uno puede entender según los dos significados que se dieron al principio; es decir a la “griega”, como un aprendizaje de cosas buenas o la “moderna”, es decir como una antología de aspectos resaltantes de la cotidianeidad.En el ámbito departamental desconocemos de alguna “crestomatía” previa, en el sentido de selección de piezas de literatura, modismos o convencionalismos sociales, como está presentado en el libro que hoy nos ocupa. Sabemos de hermosas colecciones de biografía desde aquellas dejadas por Tomás O’connor en las páginas viejas de la Estrella bajo el nombre de Personajes Ilustres, pasando por Hombres de la Guerra, que se publicaron bajo distintas plumas, en tiempos de la guerra del Chaco.Luego está la colección hecha por Bernardo Trigo, publicada en dos tomos y finalmente conocemos las Letras Tarijeñas del siempre inquieto René Aguilera Fierro, con una colección de personas ilustres de nuestro pago; colección que por lo demás llena el espacio vacío dejado desde tiempos de Trigo Pacheco.En cuanto a los modismos propiamente y los términos más usados en nuestro ámbito local se tiene poca producción. Resaltamos el trabajo de la Sra. Mirtha Alejandra Villarroel, con su Churo Diccionario Chapaco y en la obra que hoy nos compete, es decir la Crestomatía tarijeña de Paola Viviana y Miguel Montenegro.Un acápite especial merece la obra de Víctor Varas Reyes, con su Castellano Popular en Tarija, una de las precursoras con respecto a la terminología utilizada en nuestro valle central, su origen y significancias.Sin embargo el caso de Crestomatía Tarijeña, el nombre dice bien, pues abarca el departamento en su extensión posible y dentro de ello no se concentra únicamente en la terminología, sino va por el convencionalismo, va por la expresión chispeante y por el alfilerazo sutil de lo connotativo en el refrán o en el verso.Crestomatía Tarijeña se divide en 7 contenidos internos:     1)    Sobre la villa de Tarixa y su patrono2)    Diccionario Tarijeño3)    Dichos Populares4)    Sobre la Yerba el mate y el poro5)    Sobre la leche y sus derivados6)    Sobre el ganado y las carnes7)    Sobre el Folclore TarijeñoPor donde quiera que uno entienda Crestomatía, encontrará acá elementos bien ponderados de colección o de aprendizaje.Sobre la Villa de Tarixa, se presentan acercamientos históricos y justificaciones del porqué de esta fundación y en el lugar donde se fundó. Acá hay en el texto una semejanza, guardando respetos y distancias, con la obra sobre el Chaco de Ernesto Dolz, chaqueño también creemos, quién hace lo mismo que los autores de Crestomatía Tarijeña, pero en el caso del Chaco, en la década del setenta del siglo ya vencido. El diccionario Tarijeño es tal vez el contenido más desarrollado o que más espacio ocupa en la obra y es un contenido valioso para el presente y más valioso para después, pues en él encontrarán los estudiosos del futuro aquellas palabras propias del acervo local departamental que están hoy – muchas en proceso de extinción- y que en el futuro capaz desaparecen.Dónde sino en obras como esta se podrán encontrar palabras como: ¿“Cutir”, “Arir”, “Cococho”, “Niwa” o “T’usu”?Crestomatía desarrolla, aspectos realmente exquisitos de nuestra cotidianeidad y que con viveza y oportunidad los autores recuperan para eterna memoria, por ejemplo en el caso de los dichos populares, además de la pertinente introducción, existen ejemplos como: “A moco tendido”, “Arrastrar el poncho”, “Buey viejo, surco derecho” o la tan mentada “Este es Chancho que no da manteca”, expresiones propias que recogidas del diario vivir, tal vez los demás no supimos darle el valor que los autores de Crestomatía pertinentemente dan.Seguros estamos que quienes lean la obra hoy recapitulada, tendrán más de un momento de esparcimiento  y nostalgia, pues varios pasajes de la obra rememoran aquellas viejas expresiones que en nuestra niñez, tal vez adolescencia escuchábamos y que hacían al saber popular. De todas hay algunas expresiones o refranes que son realmente agradables, como aquella que ha mucho no escuchábamos: “Más fruncido que frenada de gusano”.Toda una descripción para algunos.En fin. El aporte de Crestomatía es innegable, así como fue el aporte de muchas otras obras que hablan de Tarija, en un sentido constructivo e identitario.No es más que un breve comentario el que glosamos en este apunte, de ahí que la sabia crítica que existe en labios y plumas ajenas destellantes, no se entretengan en este pobre lectura, está hecha como una forma de expresar aquello que me dejó una obra escrita por un colega y su hija, a quienes debo agradecer el esfuerzo. Todo por Tarija.Una recomendación: adquiéranla y disfrútenla.


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