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No son cuentos chinos

Hoy todos sabemos que China es ya el verdadero poder mundial y quienes más lo saben son, precisamente, los estadounidenses, que hace varios años, décadas en realidad, mantienen con el país asiático una balanza comercial negativa para los Estados Unidos y que en cualquier momento puede ...

Hoy todos sabemos que China es ya el verdadero poder mundial y quienes más lo saben son, precisamente, los estadounidenses, que hace varios años, décadas en realidad, mantienen con el país asiático una balanza comercial negativa para los Estados Unidos y que en cualquier momento puede  convertirse en una presión insoportable para los gringos, porque la China es, también, el más grande acreedor de los Estados Unidos. Son tantos miles de millones de dólares (billones en realidad) que solo mencionarlos da escalofríos.Pensábamos en esto a propósito de una noticia de la agencia noticiosa “Pueblo en línea”, que dice  que “China prohíbe ingreso de sus aerolíneas a programa de carbón de Unión Europea”.No parece nada alarmante, por lo menos no tanto como las amenazas estadunidenses a Irán, pero, bien analizado es una primera muestra de que cuando de sus derechos se trata, la China no está echando cuentos.La historia comenzó cuando la Unión Europea (más desunida ahora que nunca) decidió imponer una tarifa a los vuelos que ingresen o salgan de los aeropuertos europeos, por las emisiones de carbono.La reacción inmediata china,  desde Pekín fue que “Las aerolíneas de China no están autorizadas a pagar la tarifa sobre las emisiones de carbón impuesta por la Unión Europea, así como tampoco a incrementar los fletes ni a añadir otros cobros consiguientes sin permiso del gobierno”.Además,  declaró la Administración de Aviación Civil de China que esa determinación de los europeos: “es contraria a los principios pertinentes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y a las normas internacionales de aviación civil”.  Ya simplemente como antecedente, porque dudamos que sea mantenido, el Esquema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, que entró en vigor el pasado primero de enero, es una de las medidas de mayor alcance adoptada por cierto país o bloque regional para regular las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Se estima que alrededor de 4.000 compañías aéreas pagarán a la Unión Europea por sus emisiones de carbono.Pero las compañías chinas no pagarán. Casi que podemos asegurarlo y apostaríamos por ello (aunque con notoria ventaja), porque los últimos descalabros provocados a países de la Unión] Europea, como secuela de la crisis provocada por las corporaciones financieras transnacionales, con por lo menos tolerancia (cuando no complicidad) del Fondo Monetario Internacional, tiene  a la Unión Europea en una inocultable precariedad.No son cuentos chinos.Por cierto “Cuentos chinos es también el título de un libro que publicó en el año 2005  Andrés Oppenheimer, y que en otro momento esperamos poder comentar.

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