Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Post aprendizajes TIPNIS y algo más

El último acontecimiento que contribuyó a esta nueva interlocución fue el conflicto del TIPNIS y como proceso de  confrontación de actores, de discursos y una infinidad de imprecisiones en medio, nos permiten relacionarlo con la factura que el voto ciudadano le cobra al gobierno.Recordemos...

El último acontecimiento que contribuyó a esta nueva interlocución fue el conflicto del TIPNIS y como proceso de  confrontación de actores, de discursos y una infinidad de imprecisiones en medio, nos permiten relacionarlo con la factura que el voto ciudadano le cobra al gobierno.Recordemos que desde 1965, el Territorio Indígena IsiboroSecure fue declarado Parque Nacional y reconocido territorio indígena en 1990 en sus más de un millón de hectáreas que componen esta TCO.El TIPNIS, como territorio indígena debe  considerar desde la Nueva Constitución Política del Estado la consulta a los pueblos indígenas antes de la explotación  de recursos naturales o construir mega infraestructuras, es decir una consulta libre, previa e informada  (Art. 352), sin embargo, el gobierno dejó al margen la constitución y definió la construcción de una carretera sin consultar a los pobladores  del lugar. La presión interna le hizo desistir  luego de una serie de torpezas que el entorno palaciego no pudo manejar y peor hasta hoy justificar. Pero más allá de los conflictos internos, el TIPNIS también le cobró a Evo una factura externa:  el gobierno brasileño congeló el crédito que le diese a Bolivia mediante el Banco de Desarrollo Económico y Social  para laconstrucción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos a través del TIPNIS. Otra situación incontrolable que puso en evidencia nuevamente la fragilidad del quehacer estatal en esta última etapa gubernamental.El patujú, la tricolor boliviana y una serie de símbolos recorrieron por 60 días las carreteras desde el oriente hacia la sede de gobierno y cuando los originarios de tierras bajas irrumpieron en La Paz, la sensibilidad de muchos se quebrantó. Menos la del entorno palatino que no insistía en su posición muy variable y poco consistente distrayendo las elecciones judiciales incluso y haciéndose el desentendido por los hechos de violencia de Yucumo.El corazón del TIPNIS estaba desgarrado, pero no solo por la posición intransigente de Evo, sino porque se desnuda otra verdad: la del narcotráfico y la producción desmesurada de hoja de coca.Esta es la realidad que tampoco quiere ver el presidente o es aquella que quiere proteger? Esa es la realidad que incomoda a la Amazonía  y que aún no  puede ser asumida ni solucionada.Incluso la fisura interna en los pueblos de tierra bajas se explicitó con posiciones encontradas o por lo menos diferenciadas.En el caso del municipio de Loreto que prácticamente está de acuerdo con la construcción de la carretera, aunque modifica el tramo y no va al fondo del asunto, el tema fue motivo de interlocución política - ciudadana.Aunque para el presidente fueron los medios de comunicación y periodistas los que provocaron  violencia y los que son culpables de todos los males que cada quien se imagine, la verdad es que algunos de los aprendizajes post TIPNIS nos dicen algo como:•    En pleno siglo XXI la inequidad social a través de la desigualdad y las tensiones sigue persistiendo.•    La inequidad cultural hoy es una mirada y práctica homogénea. Cómo nos vemos y nos construimos los bolivianos y bolivianas?•    Cómo nos ve y construye el gobierno o lo público?•    “El oriente también había existido” y además ahora ondea el patujú.•    Llegar a la Plaza Murillo caminando, es posible.•    La nueva CPE no fue apropiada ni por el gobierno  ni por sus propios autores y  ejecutores: los legisladores.•    La interlocución pública ciudadana perdió algo fundamental: la confianza.•    En Bolivia tenemos derecho al disenso, pero no es bien visto.

Más del autor