Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

La palabra de Dios

La palabra de Dios la encontramos en la Biblia, que es el texto sagrado revelado por Dios.Es el libro más vendido del mundo, se lo ha publicado en 1.850 lenguas y dialectos y se le suele encontrar en la mesa de noche de los hoteles más importantes del mundo.Es el libro más consultado y...

La palabra de Dios la encontramos en la Biblia, que es el texto sagrado revelado por Dios.Es el libro más vendido del mundo, se lo ha publicado en 1.850 lenguas y dialectos y se le suele encontrar en la mesa de noche de los hoteles más importantes del mundo.Es el libro más consultado y estudiado, existen más de un millón de obras sobre este grandioso libro que al parecer esconde muchos secretos sin descifrar, del que cada día, en cada misa y  en todo el mundo, se lee una de sus páginas.La Biblia es más que un libro, es un monumento literario-religioso con una tradición histórica nunca superada por ninguna otra publicación a escala mundial. Es una obra que abarca todos los géneros literarios: poesía, narraciones históricas, cuentos, himnos, proverbios, profecías, plegarias.La Biblia es la constatación de que la vida no es más que un puñado de arena, que se escapa con asombrosa rapidez, por las rendijas del tiempo; es por eso que este corto tiempo de nuestra vida debe ir orientada por la palabra de Dios, que nos lleva a la fe y esta fe nos hará vivir en la presencia de Dios.Es bueno llenarse de entendimiento a través de la palabra y profundizar en el conocimiento de Dios. Debemos dar gracias por tener la posibilidad de conocer la Palabra, la buena noticia a través de la lectura, de las homilías o reflexiones que podamos oír.San Pablo nos recomienda: “Creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. “También nos dice que tengamos fe y todo será sencillo a partir de esa fe, confiaremos y dejaremos todo en manos de Jesús, porque todo el que invoque al Señor será salvado.Pero ¿Cómo van a invocar al Señor, si no creen en El? ¿Y cómo van a creer en El, si no han oído hablar de El? ¿Y cómo van a oír hablar de El, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo van a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? (Rm. 10 – 13,15) Como dice la Escritura ¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!Hemos sido llamados, que nuestra tarea de los que nos consideramos cristianos sea completa anunciando; porque la fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.Debemos unir nuestras voces a la voz de los mensajeros, a aquella que resuena en todo el mundo y que está llegando al último rincón de la tierra, desde que Jesús dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”.El mensaje del Señor resuena en toda la tierra, sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.Nosotros los laicos tenemos que ser los que llevemos la buena noticia, la noticia de la salvación, la noticia de que existe un Dios que nos ama, que nos llama  y nos prepara una morada, allí donde la vida no es como un puñado de arena, que se va filtrando, que se va acabando sino es la vida que no termina, es eterna, allí mas allá  del sol está el que es el verdadero amor, allí encontraremos la paz, la verdadera felicidad.Pero la buena nueva no solo se trata de dar esperanza para el futuro, sino de aprender a vivir con fe ahora; porque Jesús dijo: “El reino de Dios está en medio de nosotros”, es aquí donde comenzaremos a vivir en la presencia de Dios.Quizás nuestra juventud tan desorientada, tan inmersa en las fiestas, en las modas cada vez mas atrevidas, en ese buscar aturdirse con música que no es música sino ruido con ritmo, muchísimos jóvenes se han dado al alcohol y a las drogas; quizás nunca les han hecho descubrir lo bueno, lo bello, lo puro de la vida, quizás nosotros seamos culpables por no darles un ejemplo sano de vida, por no hablarles de Dios de su amor, de su bondad y de lo que quiere de nosotros.Creo que están creciendo sin una conciencia clara sobre nuestro Padre, Creador y Redentor.Hagamos un esfuerzo y tratemos de hablarles de la palabra de Dios.

Más del autor