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¿Una buena paliza a tiempo?

Pero… ¿que tan común es el uso de la violencia en la educación de los niños...? la respuesta parece poco alentadora pero es muy común…  y es que la violencia esta tan naturalizada que muchas veces no la percibimos hasta que nos la explican.De seguro muchas personas han pensado solo en...

Pero… ¿que tan común es el uso de la violencia en la educación de los niños...? la respuesta parece poco alentadora pero es muy común…  y es que la violencia esta tan naturalizada que muchas veces no la percibimos hasta que nos la explican.De seguro muchas personas han pensado solo en violencia física, pero la verdad es que la violencia sexual y psicológica está también presente en la educación de los niños.Abarcar en estas líneas toda esta temática es amplio, así que vamos a tratar de resumir algunas ideas “erróneas” que se tiene del beneficio del castigo físico en la educación de los niños y niñas.Varios estudios transversales y longitudinales muestran que el uso del castigo físico en la educación de los hijos no es “tan beneficioso” como se esperaba, ya que en varios casos resulta muy perjudicial. ¿Por qué?...  generalmente daña la estima del niño o niña, más aun cuando el niño a nivel madurativo no entiende aun la relación  de daño que puede haber en sus actos por no haber desarrollado la capacidad de postergar o cambiar una recompensa u otra situación.Muchas veces detrás de una mal percibida “mala conducta” existe la buena intención del niño de solucionar un problema… “estaba caliente” decía un niño después de vaciar refresco frio sobre un televisor ante el asombro e ira de su padres.También el castigo puede hacer sentir al niño “victima” lo cual le genera rencores y puede llevar a que en un futuro el siga siendo víctima o se convierta victimador. Un estudio realizado en nuestra ciudad con personas agresoras intrafamiliares revela que las mismas también sufrieron violencia en la infancia, y ese resultado se replica en diferentes estudios internacionales mostrando que la violencia se hereda de generación en generación.Usar el castigo físico legitima el uso de la violencia.El castigo además coarta muchas veces el desarrollo de  la capacidad para resolver problemas, generalmente los sentimientos negativos que produce el castigo mal aplicado no favorecen el desarrollo intelectual y su emotividad. Es decir el niño puede perder el control de sus emociones si siente que se ha cometido injusticia o no entiende ni la gravedad de su conducta ni su relación con el castigo. Esto pude hacer que distorsione sus concepciones de justicia y vea el mundo de formas negativas.Algunos estudios resaltan que las personas que sufrieron castigos físicos generan una fuerte resistencia a las figuras de autoridad, lo cual a la larga genera una serie de problemas, no solo educativos, sino también sociales, familiares y laborales.A la misma vez este castigo puede generar inseguridad en el niño sobre si mismo y en las relaciones sociales, mucho más cuando no se le permite explicar o no se le entiende. Hay que tener claro que los niños hasta los 7 años recién desarrollan las capacidades necesarias para “mentir bien”, y lo utilizan más como un mecanismo de defensa ante el castigo que como forma de obtener beneficios adicionales.El castigo físico también rompe líneas de comunicación entre padres e hijos, pues estos últimos tienen bien desarrollada la capacidad de leer el lenguaje corporal de sus padres y advertir el peligro, claro que no siempre con éxito, pues puede creer que el enojo hacia él se extiende por mucho tiempo o confundir una situación con otra.En otros lamentables casos al padre se le puede “pasar la mano” y generar serios daños al niño. Aun en nuestro país la ley no es ni muy clara ni muy dura en estas situaciones, muchas quedan en el absoluto anonimato y es nuestro deber denunciar a las autoridades competentes y brindar el apoyo y auxilio respectivo.Que debemos hacer entonces?... pues, aprender a adecuar sin violencia, cuestionar la forma en que nos han enseñado a usar el castigo, buscar formas más creativas y sanas de educar… y sobre todo conservar y respetar el “interés superior del niño” que está garantizado en la nueva CPE.Y si tienes que castigar a un niño toma en cuenta:-    Que el castigo sea proporcional a la falta y el grado de responsabilidad real del niño-    Escúchalo atentamente y trata de ponerte en su lógica infantil-    No lo descalifiques, hazle ver su error técnicamente y ayúdale a encontrar mejores soluciones-    Ten castigos previstos, adviértele y haz entender al niño que conductas son o no apropiadas y cuales son su consecuencias.-    Trata de que el niño entienda el castigo como merecido y que lo vea como una oportunidad de aprender y crecer.-    No uses castigos que dañen o humillen la estima del niño sino algunos que le puedan generar crecimiento personal.-    Cuando plantees un castigo mantente firme en cuanto a la duración y el tipo de castigo; sin olvidar  escuchar al niño, te puede sorprender su razonamientoY por último… Enseña con el Ejemplo… no hay mejor enseñanza que el ejemplo!!!!*Psicólogo / Director de la Organización para el Desarrollo Humano integral

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