El Brasil y nosotros

Es obvio, cuando un estado tiene ideas medianamente claras sobre lo que es la geopolítica. Y el Brasil siempre las ha tenido.Esta vez la voz de alerta surgió en un evento que parecía esencialmente académico, un seminario internacional realizado en Cochabamba con el título “Cachuela...

Es obvio, cuando un estado tiene ideas medianamente claras sobre lo que es la geopolítica. Y el Brasil siempre las ha tenido.Esta vez la voz de alerta surgió en un evento que parecía esencialmente académico, un seminario internacional realizado en Cochabamba con el título “Cachuela Esperanza, en la cuenca internacional del río Madera”.  Allí, en ese seminario, Guilheme Carvalho, Representante de la Federación de Organizaciones para Asistencia Social y Educacional, FASE, aseguró que “Brasil tiene una estrategia muy clara que es el de transformar empresas brasileñas en empresas multinacionales, entonces hay todo un conjunto de medidas que son implementadas por el gobierno brasileño a través de BANDES (Banco de Desarrollo de Brasil) y otras instituciones para garantizar que estas empresas tengan una actuación internacional cada vez más fuerte”Carvalho fue mucho más específico y señaló que “En el caso de Bolivia, Brasil participa en la construcción de tramos camineros como Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, Potosí - Tarija, Pailón - Puerto Suarez, rehabilitación del tramo El Sillar, entre otros, y en energía, con interés en la construcción de proyectos hidroeléctricos como Cachuela Esperanza, Rositas y el Bala.No fantaseaba, pues precisó:  “Los gobiernos piden prestamos de Brasil a través de BANDES, aumentan su deuda externa para hacer proyectos que en la mayoría de las veces son concesionadas a empresas privadas, entonces, el país aumenta su deuda externa para beneficiar a grupos económicos privados del propio país como también del Brasil” Seguidamente denunció que “esta política de integración y desarrollo está profundamente asentada en la explotación intensiva de los recursos naturales, es un modelo que profundiza la desigualdad y crea mucho más problemas”, concluyó.Todos estos proyectos se planifican y ejecutan como parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana IIRSA.IIRSA hace parte de los avances concretos en materia de integración, pero eso de ninguna manera la blinda contra intereses sectoriales que siempre existirán y tratarán de imponerse sobre los grandes intereses patrióticos.Es incuestionable que con Mercosur hemos avanzado a la integración y que con Unasur intentamos hacerlo también. Pero esos no son procesos automáticos. Tienen enemigos de cuidado, tanto fuera de la región, como dentro de ella y nadie ha de vigilar por nosotros.Por eso apelamos una vez más a Marcelo Gullo: “Los Estados con poder tienen a convertirse en subordinantes y por lógica consecuencia los desprovistos de los atributos de poder suficiente para mantener su autonomía tienden a devenir vasallos o subordinados”.En esos estados, cuando  son democráticos, las grandes decisiones se toman de espaldas a la mayoría de la población y, casi siempre, fuera de su territorio. Los Estados democráticos subordinados poseen una democracia de baja intensidad”.¿Por qué nos da la impresión de que se están refiriendo a nosotros?

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