El poco conocido litio

Ayer, dos informaciones sobre este tema llamaron la atención. Una, la declaración del embajador  del Brasil en La Paz, Marcel Biato, quien aseguró que “Brasil tiene la intención muy firme de desarrollar los llamados autos híbridos”, con combustibles y eléctricos, “entonces sí...

Ayer, dos informaciones sobre este tema llamaron la atención. Una, la declaración del embajador  del Brasil en La Paz, Marcel Biato, quien aseguró que “Brasil tiene la intención muy firme de desarrollar los llamados autos híbridos”, con combustibles y eléctricos, “entonces sí podemos trabajar juntos para desarrollar las baterías” de ión de litio, puesto que “hacen parte de un proyecto bastante ambicioso”.Lo que dijo el embajador no es nada nuevo, por supuesto, el interés brasilero por el litio ya lo había expresado el propio Lula da Silva, en una visita a Bolivia y recordamos muy bien haberlo comentado.Lo del embajador Biato, entonces, no es novedoso, pero sí lo es otro enfoque sobre el mismo tema, que publicó el mismo día en Francia el diario Pravda Liberation.Primero, asegura que “no será un proceso fácil ni libre de obstáculos para el gobierno de Evo Morales, pese a la necesidad casi alarmante para la industria relacionada, desde la automovilística hasta la alta tecnología. Intereses geoestratégicos que mueven guerras por la energía y las materias primas ya actúan y de forma ni siquiera velada”Eso tampoco es novedoso, pero pocas publicaciones antes lo habían planteado en forma tan directa.A continuación, afirma lo siguiente, que es mucho más preocupante: “Tampoco es una cuestión ecológica, sino estrictamente económica y completamente al margen de las consecuencias que pueda tener su uso sobre ecosistemas y medio ambiente. Y estas no son precisamente inocuas, al contrario, las intoxicaciones por litio ya son de sobra conocidas y a tener en mucha consideración”.De eso muy poco hemos oído comentar. Esto, por ejemplo, es novedoso: “Los síntomas por intoxicaciones agudas de litio son fallas respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Tambiénse ha usado en casos de posterior suicidio, lo que da como resultado efectos negativos serios al sistema nervioso, provocando anorexia, náusea, movimientos musculares involuntarios, apatía, confusión mental, visión borrosa, temblores, estado de coma e incluso la muerte”.No deja de ser incómodo que los bolivianos nos enteremos de asuntos tan importantes mediante una publicación francesa, que se nota que maneja bien el trema, porque entre otras cosas cuenta también que “Los representantes del grupo francés Bolloré explicaron las bondades de su Bluecar al Presidente Evo Morales en octubre de 2010. A la reunión, donde se exploró la idea de explotar el litio en el Salar de Uyuni a gran escala, asistieron el embajador de Francia en Bolivia, Antoine Grassin, los representantes de la multinacional gala Bertrand Chavantes y Pascal Praquin, además del Christian Beuscasrt, consejero económico para Perú y Bolivia del gobierno francés.Saben sobre el litio. Es evidente. Lo que nos preocupa es que terminen sabiendo sobre eso más que nosotros, los bolivianos.

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