El respeto a la madre tierra vs el desarrollo

La construcción de esta carretera es parte de un conflicto establecido ya hace algún tiempo entre el Estado, los Pueblos Indígenas del TIPNIS, académicos e instituciones en defensa del medio ambiente, pues dicha construcción atravesaría una de las reservas más importantes del país, pues...

La construcción de esta carretera es parte de un conflicto establecido ya hace algún tiempo entre el Estado, los Pueblos Indígenas del TIPNIS, académicos e instituciones en defensa del medio ambiente, pues dicha construcción atravesaría una de las reservas más importantes del país, pues el parque nacional Isiboro Secure es parte del valor patrimonial natural del Departamento y se constituye en uno de los 120 mil sitios terrestres cuantificados como área protegida del mundo, tomando en cuenta que las reservas o áreas protegidas en nuestro planeta suponen el 12% de la superficie terrestre. Y según la evaluación de Ecosistemas del Milenio (2005) aproximadamente el 60% de los ecosistemas examinados en el mundo se están degradan o se usan de manera insostenible.En los últimos años, en el país se han dado avances importantísimos en el orden social y cultural, en busca de un horizonte de equidad, respeto, inclusión en la toma de decisiones para la generación de un diálogo intercultural entre sociedad civil y Estado, legitimadas mediante la Constitución Política del Estado. Al mismo tiempo existe un fuerte discurso que sale de la filosofía del “vivir bien”, el respeto “a la madre tierra” que le ha dado un giro crucial a la política del gobierno de Evo Morales y su protagonismo en diferentes instancias como indígena y como defensor de la “Pachamama”. Sin embargo al interior de toda esta política del vivir bien en “equidad, respeto a la autodeterminación de los pueblos y en armonía con la madre tierra”, la construcción de la carretera visibiliza una contradicción con las acciones emprendidas, ligadas a la búsqueda del desarrollo. Fruto de estas valoraciones y búsquedas en el mundo entero, hemos visto pasar al desarrollo destruyendo el patrimonio natural de nuestros bosques, selvas y áreas protegidas.Según Luis Sánchez, presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), si los indígenas negaran el paso para la construcción de la fase 2, “no hay un plan B, por tanto ello nos hace pensar que la construcción de la carretera sería un hecho. El desafío, en nuestro país y en mundo entero, parte por romper paradigmas en nuestra visión del mundo, pasando de una visión antropocéntrica, en la cual somos el centro de la naturaleza y esta tiene valor en cuanto nos es útil, a una visión bioética, en la cual se reconoce los valores intrínsecos de la naturaleza y al hombre como parte del ecosistema, interconectados con los demás seres vivos y dependiente del funcionamiento de la naturaleza.

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