Los vecinos de la derecha

pero para nosotros, en Bolivia, es explicable que haya algo de impaciencia, porque si con un gobierno “de izquierda” como fue siempre identificado el de Lula nos fue bastante regular, pues nos alarma lo que andan pregonando: “que Dilma Rousef ha impreso estas últimas semanas un...

pero para nosotros, en Bolivia, es explicable que haya algo de impaciencia, porque si con un gobierno “de izquierda” como fue siempre identificado el de Lula nos fue bastante regular, pues nos alarma lo que andan pregonando: “que Dilma Rousef ha impreso estas últimas semanas un espectacular giro a la derecha en su política económica.Quien lo dice y lo sustenta explicando detalles es el analista político brasileño Paulo Kliass, que hace una relación de recientes titulares de periódicos, referidos a gestiones de gobierno que a Kliass le preocupan mucho (y a nosotros también, no vamos a negarlo). Estos son esos titulares:“El gobierno anuncia la derogación de la hoja de pago para la previsión social, conforme a una vieja reivindicación de la patronal”“Base parlamentaria del gobierno aprueba cambios en el Código Forestal que favorecen al agronegocio y comprometen el futuro del medio ambiente”“Ministro de la Casa Civil declara que la multiplicación por veinte de su patrimonio, es lícita, pues ocurrió cuando estaba fuera del gobierno”.“Presidente anuncia privatización de los principales aeropuertos del país”Vamos a comenzar por el último, porque es el más significativo: La privatización de los principales aeropuertos.El argumento presentado es el de la urgencia para cumplir con el cronograma previsto para la Copa del Mundo de 2014, con la suposición implícita de que “el sector privado tendría mejores condiciones para cumplir mejor tales plazos”.De argumentos para privatizar sí sabemos nosotros, porque nos los aplicaron casi todos y nos consta que son solamente pretextos. No hay ninguna razón lógica para que el Estado no pueda hacer tan bien o mejor lo que hace la empresa privada. Lo que hay son buenos, regulares o malos administradores del Estado.INFRAERO, que es la empresa pública federal actualmente responsable por el funcionamiento de los aeropuertos, quedaría asociada al capital privado hasta el 49 por ciento de las acciones de las sociedades que serían creadas para la gestión de los emprendimientos. O sea que todo el poder de decisión de las ganancias quedaría en el sector privado, mientras el Estado está para ser llamado a socorrer financieramente.A algo muy similar aquí le llamamos eufemísticamente “capitalización” ¿Lo recuerdan?De los otros “indicios” de “derechización” del gobierno brasilero tendremos que ocuparnos cuando tengamos más elementos de juicio, pero no podemos dejar pasar este, que no necesita arandelas para ser  alarmante: “Base parlamentaria del gobierno aprueba cambios en el Código Forestal que favorecen al agronegocio y comprometen el futuro del medio ambiente”.Con eso hay de sobra para inquietarse y para por lo menos prestarle atención más cuidadosa a lo que están haciendo al lado, los vecinos de la derecha.

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