Cuando un procurador actúa

En el ámbito judicial están también los procuradores, que son los que defienden al Estado y los que vigilan a los funcionarios públicos. Eso sucede en varios países y generalmente pasa desapercibido. Pero en Colombia estos días el procurador se volvió noticia. Ayer, suspendió al alcalde...

En el ámbito judicial están también los procuradores, que son los que defienden al Estado y los que vigilan a los funcionarios públicos. Eso sucede en varios países y generalmente pasa desapercibido. Pero en Colombia estos días el procurador se volvió noticia. Ayer, suspendió al alcalde de Bogotá Samuel Moreno Rojas y eso puso a temblar a todo el sistema.El procurador, Alejandro Ordoñez, hace una semana, ya había mandado preso a un senador, hermano del alcalde de Bogotá por irregularidades en la contratación de obras públicas. Algo muy común, puesto que se ha vuelto uno de los delitos “clásicos” de la administración pública. Y en Tarija sabemos bien de eso.En todo caso, La Procuraduría colombiana anunció que formulará pliego de cargos contra el alcalde por su presunta omisión frente a irregularidades en la contratación y ejecución de obras. La suspensión será por tres meses.Bogotá es la ciudad capital de la República de Colombia y del departamento de Cundinamarca. Está organizada como Distrito Capital, gozando de autonomía para la gestión de sus intereses dentro de los límites de la Constitución y la ley. [La proyección de la población de Bogotá para el año actual es de 7.448.974 habitantes. Y su presupuesto para 2011 fue aprobado en 17. Billones de pesos, que equivalen más o menos a 8.000 millones, pero de dólares. Mucha plata para financiar contratos de obras.Samuel, el alcalde suspendido (y su hermano/senador Iván, en la cárcel) son viejos y avezados actores políticos, como que son nietos del general Gustavo Rojas Pinilla, el único militar presidente en Colombia en el siglo pasado.Samuel fue también senador durante varios periodos antes de lanzarse a la alcaldía de Bogotá, que es una especie de “premio mayor” para cualquier político, pues “ganársela” suele ser más difícil que conseguir la presidencia de la República. Sin exagerar.En el ojo de la tormenta que tiene conmocionada a Colombia, están unos “empresarios” (los Nule) que hicieron un festín de contratos de obras, por sumas multimillonarias, lo que les permitió (vía peculado, obvio) tener aviones privados, alquilar suits en hoteles de lujo de los emiratos árabes. Una apasionante historia, que todos sabemos que no es original ni es única, porque se da con demasiada frecuencia en todos nuestros países.Ahora, un alcalde que fue elegido por votación popular está suspendido, un senador de la República está preso, varios ex ministros están “en capilla” y nadie se atreve a imaginar cómo terminará este asunto.En Bolivia, a propósito, también tenemos procurador. Está nuevecito, casi sin estrenar. Y también tenemos muchos delitos e “irresponsabilidades” de nuestros funcionarios públicos.Es buena idea observar con atención lo que pasa en el país vecino. Para aprender, pero no para aprender corrupción (que de eso sabemos mucho) sino cómo se la puede controlar.

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