Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Los inimputables

La palabra que queremos destacar de ese texto es “impunidad”, porque según los estudios (numerosos) que existen sobre la corrupción, es la impunidad la que en mayor medida estimula y crea el clima propicio para que la corrupción se convierta en una práctica perversa que acaba siendo...

La palabra que queremos destacar de ese texto es “impunidad”, porque según los estudios (numerosos) que existen sobre la corrupción, es la impunidad la que en mayor medida estimula y crea el clima propicio para que la corrupción se convierta en una práctica perversa que acaba siendo tolerada.Dicho de otra manera: la impunidad es la madre de la corrupción en la administración pública. Que es la que en este caso nos interesa particularmente.En esa materia, en Bolivia no estamos muy bien que se diga, porque nuestro país está en el puesto 110 con un índice de transparencia (lo contrario a la corrupción) de solamente 2.8 sobre diez. Es decir, se aplaza.Transparencia Internacional, que la institución que desde 1995 divulga los índices de corrupción y transparencia de todos los países, considera que  las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, el pucherazo, el patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo. Y la impunidad, como ya lo dijimos, es la madre de cualquiera de esas formas de corrupción, que han cundido precisamente por el mal uso del poder que la sociedad ha delegado en algunas personas, empleados públicos en cualquier nivel, quienes pretenden utilizarlo como herramienta para lograr inimputabilidad.En el Derecho Penal son tres las causas de exclusión de la responsabilidad penal que pueden reconducirse al ámbito de la inimputabilidad: cualquier anomalía o alteración psíquica; un estado de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos y la alteración en la percepción que produzca una alteración grave de la conciencia de la realidad. La minoría de edad también es una causa de inimputabilidad.Con esas excepciones, todos los demás miembros de la sociedad somos imputables y susceptibles de ser investigados y sancionados según ley. Si no se lo hace, se está fomentando la impunidad. La presunción de inocencia mientras se prueba el delito es también un derecho consolidado, pero no debe convertirse en un pretexto para chicanear buscando la impunidad.Estamos intentando construir una cultura social en la cual tiene fuerza fundamental el “Ama sua”, la misma ley que ya mencionamos, la Quiroga Santa Cruz, establece que  “toda persona nacional o extranjera debe velar por los bienes y patrimonio del Estado; tiene la obligación de protegerlos y custodiarlos como si fueran propios, en beneficio del bien común”.No hay dónde perderse.


Más del autor