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Estanflación, petróleo y Paul Samuelson

A tal fenómeno se le denominó “estanflación” (estancamiento con inflación) y cambió la economía, sus puntos de vista teóricos y, como consecuencia, las herramientas de política.Es lógico sentir un déjà vu al recordar este panorama pues, después de unos 15 años de buen...

A tal fenómeno se le denominó “estanflación” (estancamiento con inflación) y cambió la economía, sus puntos de vista teóricos y, como consecuencia, las herramientas de política.Es lógico sentir un déjà vu al recordar este panorama pues, después de unos 15 años de buen crecimiento ayudado con la revolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, hoy la desaceleración mundial habla de estancamiento, la inflación golpea a todo el mundo incluyendo a Colombia y los precios del petróleo han duplicado su valor.Este déjà vu plantea ciertas preguntas: ¿Es la estanflación un fenómeno recurrente en un sistema capitalista? ¿Qué diferencia tiene este escenario con el de los 70? ¿Se puede aprender de las lecciones del pasado?Sobre la primera pregunta se ha dicho que la causa esta en la alta dependencia del petróleo, lo que causa que shocks como el cártel constituido por la OPEP en los 70 o la inestabilidad política de los países productores en la primera década del siglo XXI produzcan brotes de inflación generalizada. Esto es aún más grave si se piensa que nos encontramos cerca del pico de producción petrolera y que dentro de unos 20 años, en los cálculos más optimistas, el petróleo empezará a declinar.Sin embargo el petróleo es solo una parte del problema. El crecimiento económico previo a los episodios de estanflación se sustenta en una alta demanda que consume no solo energéticos sino otros recursos más allá de su capacidad de producción plena. Prueba de ello es que junto con el precio del petróleo los demás commodities han presentado el mismo crecimiento espectacular, incluyendo a los alimentos. La causa de la estanflación es pues una aceleración previa que no es detenida oportunamente por las autoridades económicas y que se desborda en una inflación permanente incluso cuando la bonanza ha cesado.Un problema adicional en el presente contesta la segunda pregunta. En un mundo mas globalizado, con mayor cantidad de comercio y flujos monetarios que el puesto a prueba por la estanflación en los 70, la transmisión de la inflación y el estancamiento es más rápida y fulminante. La ausencia de políticas económicas concertadas de amplitud mundial ayudan en este proceso lo que trae otro déjà vu a la mente: la crisis del 29 y la crisis financiera de finales de los 90 que se propagaron como el fuego a través de economías muy interconectadas.Por tanto la prevención de futuras estanflaciones esta en el seguimiento y control del crecimiento cuando hay espectaculares episodios de bonanza y en la posibilidad de creación de políticas económicas internacionales, cosa que los entes multilaterales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional no han logrado.¿Qué hacer entonces? Sobre la tercera pregunta encontré un artículo de 1974, en la Revista Neewsweek, del premio Nobel de economía Paul Samuelson titulado “Para Combatir la Estanflación”. En este Samuelson descarta la eficacia de una solución monetaria a la inflación y propone mejor tener objetivos de inflación realistas con el nuevo entorno y no sacrificar demasiado crecimiento y empleo.Hoy los consejos de Samuelson pueden ser de gran ayuda cuando las autoridades monetarias enfrentan el gran dilema de la estanflación la cual, como el resfriado común, puede aparecer cada cierto tiempo pero no significa que sea inevitable, pues hay formas de prevenirla, ni incurable, pues puede ser tratada adecuadamente para minimizar sus consecuencias. Hace 25 años el mundo entró en un período de recesión que abarco dos décadas. No tiene que pasar de nuevo necesariamente.* Coordinador Área de Finanzas. Programa de Economía. Universidad Jorge Tadeo Lozano.


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