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¿Es o no es verdad? ¡No tengan miedo!

Por el sentido general de la exhortación, entiendo que esa “enemistad con Dios y con el hermano” se manifiesta en la agresividad injusta de un buen número de gente del Gobierno masista, desde la altura del poder (“desde la altiva princesa a la que pesca en ruin barca”, decían unos...

Por el sentido general de la exhortación, entiendo que esa “enemistad con Dios y con el hermano” se manifiesta en la agresividad injusta de un buen número de gente del Gobierno masista, desde la altura del poder (“desde la altiva princesa a la que pesca en ruin barca”, decían unos antiguo versito) al último dirigente innominado, que han emprendido una política de exclusión de cuanto suene a religión católica. Tiempos difíciles para los obispos, y tiempos incómodos para el católico común.Estas corrientes laicistas excluyentes para la Iglesia Católica, ya pasaron otras veces a lo largo de la historia. Repetido el fenómeno en la actualidad, el pastor advierte que, tal como se orienta la política del Presidente y del Vicepresidente, amén de sus colaboradores, “habrá lugares donde no se pueda hablar en público de Dios”. Referencia clara a la supresión de la enseñanza de la religión en las escuelas. Ante esta actitud de principio masista, se añade la grosera y repetida agresividad del léxico oficialista contra la Iglesia.A pesar de esta campaña Dios, sigue educando a su pueblo peregrino. Una de los tiempos elegidos para esta consolidación de la fe, es la Navidad. El recuerdo luminoso del Dios hecho hombre en la persona de un niño recién nacido de la Virgen María, renueva la fe católica del pueblo que, al correr de los siglos y a pesar de los perseguidores, sigue rezando ante el Niño del pesebre.Está a la vista que los actuales perseguidores de la fe cristiana se han propuesto sustituirla por una cosmovisión sin Dios, especialmente en días muy señalados con es la Navidad. No obstante, Dios sigue educando la fe en la libertad y la justicia. Para esto, el mismo Monseñor Julio Terrazas nos invita “a no tener miedo” y a seguir con firmeza y alegría el camino que Cristo nos marcó. La Iglesia sabe mucho de incomprensiones, herejías y persecuciones. Y sabe que Dios nunca la abandonará. Pasarán los incrédulos, los herodes, los dioclecianos y otros desalmados. La Iglesia del Señor Jesús, permanecerá hasta los últimos tiempos.Estaba yo en los afanes de escribir este comentario cuando me llegó la información sobre un encuentro de líderes mundiales autocalificados de “progresistas”. Entre ellos el español Felipe González, el británico Tony Blair, el estadounidense Bill Clinton y otros políticos de alto vuelo. Su propósito es construir un mundo mejor para la próxima generación, superando las políticas del miedo, de la intolerancia y de la exclusión. Ya sé que, cuando los políticos hablan en su terminología, citan el miedo a factores diferentes a los que atemorizan a ciertos católicos. Sin embargo, la disposición del ánimo frente al miedo sea en política o en religión es la misma. La solemos llamar confianza, valentía, coraje. Pues sí, esto que nos pide a los católicos en estos momentos de contradicción. ¡No tengan miedo! Nos anima también el Papa en muchos de sus mensajes.


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