El Cardenal Newman
El motivo principal de la visita fue la beatificación del cardenal Newman (1801-1899). Nacido en Londres, de una familia anglicana, se ordenó de presbítero de la Iglesia de Inglaterra, fue miembro activo del Movimiento de Oxford, corriente universitaria cuyo objetivo era que la Iglesia de...
Durante su viaje al Reino Unido, Benedicto XVI esbozó el perfil humano y espiritual de Newman como un hombre que vivió intensamente los problemas de su tiempo. Los debatió consigo mismo con honrada voluntad y la ayuda de la gracia divina, que nunca falta cuando se busca la verdad. Fue “un hombre moderno, dice el Papa, – con todas las dudas y problemas de nuestro ser de hoy -, un hombre moderno con conocimientos de los grandes tesoros de la cultura de la humanidad” y de “la vida espiritual con Dios”. Es un hecho que el hombre moderno, un día u otro se planea la cuestión de la fe religiosa. Cada vez hay menos ateos que rechacen absolutamente la existencia de Dios. Precisamente, la ciencia no ha logrado revelar el gran misterio de la creación del universo. De las nadas no salen nadas. ¿Qué o quién está detrás de la creación y del orden universal? Abundan más los agnósticos que prefieren desentenderse del gran interrogante; los increyentes que, sin definirse por el ateismo o la fe, prescinden de lo uno y de lo otro. Es más cómodo.
“Esta modernidad interior de la vida – dice el Papa, refiriéndose a Newman - implica la modernidad de su fe. No es una fe en fórmulas de un tiempo pasado sino una fe personalísima, vivida, sufrida, encontrada en un lago camino de renovación y de conversiones”. ¡Qué hermosas estas últimas palabras del Papa! Desde otro ángulo de visión, es conocido un retrato del joven Newman que, en italiano lo calificarían como un “beluomo”. Debió ser un hombre fuerte pues vivió 99 años.
La beatificación de Newman ayudará sin duda a tender el puente entre la Iglesia Anglicana y la Católica Romana, una cuestión a la que los últimos Papas dedicaron gran empeño a través del movimiento ecuménico entre todas las iglesias cristianas separadas. La visita del Papa Benedicto ha servido para consolidar y animar a los seis millones de británicos que se confiesan católicos, aún cuando los varios mensajes pontificios tuvieron que hacer también su benéfico efecto en mucha gente bien dispuesta a recibir en soplo del espíritu. En el terreno humanitario, el primer ministro británico, David Cameron declaró en uno de sus mensajes, que las dos iglesias colaboran intensamente en proyectos de ayuda a la lucha contra la pobreza en países que la necesitan. Por cierto, en el 2007, el ex primer ministro del Gobierno británico, Tony Blair, se convirtió al catolicismo. Lo hizo una vez que finalizó su estadía en Downing Street, 10, residencia oficial de los primeros ministros británicos. Se dijo entonces que la conversión de Blair había sido tan notoria como la de Newman en 1845.
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Tony Blair se convirtió al catolicismo
