Nos interesa Unasur

En ese interés no tiene que ver la coyuntural aproximación de los mandatarios de Bolivia y Venezuela, Morales y Chávez, sino algo de muchísima más relevancia para ambos países: la integración sudamericana, que poco a poco comienza a tomar forma y tiene ya nombre oficial: la Unión de...

En ese interés no tiene que ver la coyuntural aproximación de los mandatarios de Bolivia y Venezuela, Morales y Chávez, sino algo de muchísima más relevancia para ambos países: la integración sudamericana, que poco a poco comienza a tomar forma y tiene ya nombre oficial: la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.Hasta agosto pasado, en la Cumbre de San Juan, la columna vertebral de esa integración, o sea MERCOSUR, era un intento poco operativo, “descafeinado”, según muchos analistas, pero al aprobarse el Código Aduanero e inicial el proceso de eliminación del doble cobro del arancel externo común y de distribución de la renta aduanera, el valor político agregado a Mercosur creció.América Latina se encuentra todavía dividida en relación a la adhesión a los tratados bilaterales de Libre Comercio (TLC), que por ahora solo han sido impulsados por Chile, Perú y Colombia (este último país con mucha intensidad pero con pobres resultados).En sus primeras declaraciones como presidente, el colombiano Juan Manuel Santos se comprometió a reforzar la presencia de su país en Unasur y la ahora recompuesta relación con Venezuela y con Ecuador parece justificar optimismo en ese sentido.Para seguir avanzando, desde la visión que se impuso en San Juan, de que el desarrollo y el bienestar de la región no pueden dejarse al arbitrio de las señales del mercado mundial o de las estrategias de inversión de las corporaciones transnacionales, formalmente se ha esbozado una agenda regional que recomienda: 1.- Priorizar el diálogo y la concertación política como instrumentos para la resolución de conflictos. 2.- Intensificar la integración económica y comercial. 3.- Poner en marcha una Banca de Desarrollo, bajo principios ya concertados en Quito y que esencialmente señalan que “El Banco del Sur será un agente impulsor del desarrollo económico y social y actuará como una entidad de financiamiento, capacitación y asistencia técnica. Se buscará fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover una distribución equitativa de las inversiones”.Por esa vía es coherente desdolarizar las relaciones entre las naciones integradas en Unasur (algo se avanzó con el “Sucre”) y facilitar la formación de un mercado de dimensión continental.La crisis por la que (aunque la nieguen) está atravesando la economía globalizada y que no se puede vaticinar cómo concluirá, pone de relieve la oportunidad de avanzar en todas las posibilidades que permitan elevar el umbral de poder de esa Patria Grande que nunca dejamos de anhelar.En las elecciones del domingo, en Venezuela, estará en juego, obvio, la orientación de la  política interna de esa nación, que es muy respetable cualesquiera que sean los resultados, pero está en juego, también, lo que trabajosamente se ha avanzado ya en la integración sudamericana. Y no perdemos de vista que una semana después, el 3 de octubre, hay elecciones presidenciales en el Brasil.DESTACADOPor las mismas razones ya expuestas debemos estar atentos.


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