Sin miedo

 Este último quiere destituir a Revilla por algunas minucias contables, subsanables en tiempos normales. Pero no pensaron que detrás de Luis Revilla está Juan del Granado que no es un abogadillo de tres al cuarto. Metió en la cárcel de por vida al feroz García Mesa, fundó el Movimiento...

 Este último quiere destituir a Revilla por algunas minucias contables, subsanables en tiempos normales. Pero no pensaron que detrás de Luis Revilla está Juan del Granado que no es un abogadillo de tres al cuarto. Metió en la cárcel de por vida al feroz García Mesa, fundó el Movimiento sin Miedo, como alcalde paceño, cambió la fisonomía de la ciudad. Ahí veremos en el pugilato Gobierno - Alcalde, hasta qué punto la legalidad justa puede o no contra la seudo legalidad torcida del Gobierno.

La primera plantada de Revilla ha sido contraponer las denuncias que se le achacan, de no haber justificado algunos gastos de representación, frente al delito de desacato del que acusa al ministro de Economía y Finanzas Públicas Luis Arce. Y no crea el ilustrado lector que el desacato es el recurso que utilizan los policías de tránsito por alguna infracción de mínima cuantía. Es mucho más. Veamos. "Desacato: provocar a duelo, amenazar, injuriar o de cualquier modo ofender en su dignidad o decoro a un funcionario público, a causa del ejercicio de sus funciones o al tiempo de practicarlas". Lo del duelo queda muy romántico. Revilla también contra ataca por calumnias y difamaciones en las que incurrió Arce al afirmar que el alcalde había hecho gastos de representación ilegales. Total, chismes de cocina. Pero además, el ministro se había rasgado las vestiduras porque el alcalde paceño cobre más que el Presidente. Esto último hay que aclararlo o no se lo cree nadie. En efecto, el alcalde paceño cobra un sueldo de 14.000 bolivianos. Más otros 4.000 por gastos de representación El Presidente del Estado Plurinacional cobra la modesta suma de 15.000 bolivianos y con descuentos de ley, percibe un total de 12.200. Pero El Sr. Presidente no tiene que pagar su residencia, agua, luz, teléfono, transportes – terrestres y aéreos – ni los gastos de mesa, cubierto y mantel, y así otras menudencias que, otros sí tienen que pagar de su propia cuenta.

Sobre lo dicho hasta aquí acerca de la guerra contra el alcalde paceño, saltó al ruedo el diputado sin miedo, Fabián Yaksic. Ya son dos que le plantan cara a Don Evo. Yaksic disparó su artillería contra el servicio de inteligencia del ejército por haber enviado a sus hombres, disfrazados de "frutillas" (policía municipal) a fisgar dependencias municipales de Revilla. ¡De risa! Estoy seguro de que más le valiera al Gobierno, poner claras las cuentas de YPFB o del Banco Unión, o las del nunca acabado "dribling" con la empresa Jindal, además del tema de la coca ilegal y el narcotráfico. Y dejar que los gobernadores y alcaldes legítimamente elegidos, cumplan su labor como se les ha confiado.


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