Acciones y poder del narcotráfico

Mientras el aparato productivo se contrae, los salarios pierden su valor adquisitivo y la oferta de trabajo formal disminuye significativamente, las calles de nuestras ciudades se hallan inundadas de vehículos costosos; de la noche a la mañana se levantan construcciones lujosas, las tiendas...

Mientras el aparato productivo se contrae, los salarios pierden su valor adquisitivo y la oferta de trabajo formal disminuye significativamente, las calles de nuestras ciudades se hallan inundadas de vehículos costosos; de la noche a la mañana se levantan construcciones lujosas, las tiendas exhiben mercaderías a las que personas que viven de un trabajo honesto no podrían acceder, bares, quintas y restaurantes están llenos, aun cuando los precios que cobran son prohibitivos para el/la ciudadano/a medio.

Paralelamente a esta aparente bonanza económica, crece la violencia y la inseguridad, no hay día que la prensa no dé cuenta de los crímenes más horrendos a los que rápidamente se los etiqueta como “ajuste de cuentas” y como tales pasan  al olvido, sin que se sepa con exactitud, entre quiénes se ajustaron las cuentas, a qué se dedicaban las víctimas, cuál era su lugar en el eslabón delictivo.

En la semana que concluye, ocupó mucho espacio en los medios de comunicación la ejecución de 6 personas, supuestamente vinculadas al narcotráfico, en la que estarían involucrados policías y ex policías. Esas noticias, sumadas similares ocurridas con anterioridad,  son la señal de que el poder del narcotráfico crece de manera muy peligrosa, y es muy posible que se vaya apoderando de instituciones y organizaciones en las que nadie se animará a cuestionar nada por preservar su vida como sucede en países en los que, aún teniendo  una institucionalidad muchísimo más fuerte que la  nuestra, el Estado se muestra impotente para enfrentar ese poder fáctico que tiene aterradas a ciudades enteras, como es el caso de  Colombia o México

Es hora de tomar medidas prontas y efectivas para frenar las acciones y el poder del narcotráfico en Bolivia, el endurecimiento de las penas no garantiza el efectivo combate a este delito.


Más del autor