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Derechos indígenas

Poca difusión y explicación se ha dado sobre la misma, en un país como Bolivia tan acostumbrado a prácticas racistas y discriminatorias. Por ello, cobra aún más relevancia esta declaración que puede ayudar a estructurar el Estado plurinacional que se viene construyendo actualmente en la...

Poca difusión y explicación se ha dado sobre la misma, en un país como Bolivia tan acostumbrado a prácticas racistas y discriminatorias. Por ello, cobra aún más relevancia esta declaración que puede ayudar a estructurar el Estado plurinacional que se viene construyendo actualmente en la Asamblea Constituyente.

La declaración afirma claramente que los “pueblos indígenas son iguales a los demás pueblos, reconociendo al mismo tiempo el derecho de todos los pueblos a ser diferentes, a considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados como tales”. De esta forma se destaca la riqueza que constituye la diversidad de los pueblos, lejos de considerar esta diversidad como un obstáculo al desarrollo.

Al mismo tiempo, la declaración considera que las doctrinas, políticas y prácticas que se basan “en la superioridad de determinados pueblos o personas o que la propugnan aduciendo razones de origen nacional o diferencias raciales, religiosas, étnicas o culturales”, tienen un carácter racista, son científicamente falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y socialmente injustas.

De esta forma, la declaración muestra su preocupación por el hecho de que muchos pueblos indígenas hayan sufrido “injusticias históricas como resultado, entre otras cosas, de la colonización y enajenación de sus tierras, territorios y recursos, impidiéndoles ejercer, en particular, su derecho al desarrollo de conformidad con sus propias necesidades e intereses”.

Muchos son los otros elementos que se destacan en la declaración, y que tocan directamente a la realidad boliviana. Uno de ellos, es el regocijo que produce el que “los pueblos indígenas se estén organizando para promover su desarrollo político, económico, social y cultural y para poner fin a todas las formas de discriminación y opresión dondequiera que ocurran”. Por otro lado, se destaca la contribución al desarrollo sostenible y equitativo y a la ordenación adecuada del medio ambiente de los pueblos indígenas a través de sus “conocimientos, las culturas y las prácticas tradicionales indígenas”.

La declaración de las Naciones Unidas pone, de esta forma, claridad y definición en un tema que corrientemente es politizado e ideologizado de acuerdo a colores políticos y regionales. Y dada nuestra realidad intercultural no queda más que saludar esta declaración de las Naciones Unidas que puede contribuir al proceso de toma de conciencia de nuestra realidad plural, de la necesidad de reconocimiento y dignidad de las distintas nacionalidades que componen la unidad boliviana, y de la riqueza que todo ello supone.


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