"Cuando yo era trencito" de José Camarlinghi
Este texto es una colaboración entre El País y la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil



El proyecto de la Biblioteca de Clásicos Infantojuveniles del Plan Lector de La Hoguera avanza con buen viento y hermosas re-ediciones. A los títulos publicados el 2024, se le añaden La bolita y Puncti de Roswitha Grisi-Huber, El grano verde de Stefan Gurtner, Cuentos para un amigo con gripe de Giancarla de Quiroga y también, Cuando yo era trencito de José Camarlinghi.
Este clásico indiscutible de la literatura nacional relata la decisión inquebrantable de un niño de convertirse en tren. Sus padres lloran, pero deciden concederle su deseo, el de ser una máquina que tiene aventuras y recorre los caminos, solo e independiente. La imaginación desbordada que Camarlinghui nos propone solamente puede entenderse leyendo esta joya publicada por primera vez en 1978 con ilustraciones del eximio Clovis Díaz.
Recuerdo haber sentido una emoción indescriptible al leerlo de niña, -en la hermosa biblioteca y espacio de escritura de mi abuela-, una emoción que sentí pocas veces ante obras nacionales (como con la Muela del Diablo de Gladys Dávalos, o Phuska de Aida Soria Galvarro…) apenas comparable con la que sentía cuando un Chaski nuevo llegaba a mi puerta.
Isabel Mesa define un clásico como una obra que ha trascendido en el tiempo, y de “Cuando yo era trencito”, en su Historia del libro infantil y juvenil de Bolivia, escribe:
“La creatividad del argumento demuestra que el autor se involucró en el mundo de y los sueños infantiles, pues los niños viven realidades cotidianas mezcladas con fantasía. Camarlinghi se sitúa enteramente en el deseo y la imaginación del niño, el cual siente mucha felicidad al cumplir su objetivo. La narración recuerda a aquellos pequeños que quieren ser superhéroes o extraterrestres, o que se identifican con algún animal y viven historias mágicas en sus mentes. El autor conoce el alma de un niño y sin mayores moralejas, describe el mundo de un tren”.
Destacan las hermosas ilustraciones de Yanine Senzano, inspiradas en las ilustraciones originales, que se mueven en una paleta de color de azules y colores neutros a tono con el mundo de ensueño de este niño convertido en locomotora, tal como como lo desea su ávida imaginación.
José Camarlinghi Rosas nació en La Paz el 27 de agosto de 1928 y murió el 5 de septiembre de 2013 en la misma ciudad. Entre 1965 y 1982 tuvo a su cargo la editorial Camarlinghi, a través de la cual difundió y publicó literatura boliviana por cuenta propia, convirtiéndose en un gran impulsor de la literatura nacional. Incansable defensor del acceso al libro para todos, en 1968 inició la primera Feria del Libro de Autores Bolivianos en la plaza del estudiante de La Paz. Gracias a Camarlinghi, muchos libros para niños fueron publicados y difundidos, en una época en que ninguna editorial apostaba por la literatura infantil.
La Biblioteca plantea rescatar títulos que salieron de catálogo o tuvieron poco alcance a nivel nacional y que merecen ser publicados con nuevas ilustraciones y presentaciones. Están siendo editados títulos como Quinuita de Carlos Aróstegui Arce, Vicuncela de Hugo Molina Viaña, Ollantay y Pedro Serrano de Roberto Lasernam junto a otros de próxima aparición.
Cuando yo era trencito. José Camarlinghi. Ilustraciones de Yanine Senzano. Grupo Editorial La Hoguera, Santa Cruz de la Sierra, 2025.