Crónica política de la semana
Del plan de Arce y la mediación de Lula a las señales de Reyes Villa
La baja credibilidad ata de pies y manos al gobierno que esta semana recibirá a Lula da Silva. El TSE volverá a mediar en una reunión donde probablemente se eliminen las primarias para la elección de 2025
A estas alturas todo el mundo tiene un plan, otra cosa es que se haya elaborado con un análisis mínimamente coincidente con la realidad, que es la única forma de que parezca confiable. Es más, a estas alturas hay quien duda de que realmente en Bolivia se esté escenificando una lucha por el poder gubernamental y no otra cosa, pues la situación económica empieza a ser crítica.
El plan de Arce pasa por hablar mucho de política y poco de economía, que las cosas pasen: golpes de Estado, arrestos, visitas de altos mandatarios y otros agravantes.
El plan de Morales pasa por descalificar a Arce para ser el candidato único del espectro popular capitalizado por el MAS y así ganar las elecciones de 2025 con comodidad como si no hubiera pasado nada desde que se fue en 2019.
El plan de Mesa pasa por que el MAS se divida haciendo correr la mayor cantidad de sangre posible para que sea irreconciliable y que en esa vorágine, su propuesta vuelva a aparecer como las más moderada y viables.
El plan de Doria Medina pasa por ser el único.
El plan de los libertarios pasa por un país entero que identifique a un Estado tradicionalmente ausente como un Estado opresor y asfixiante.
Hasta García Linera tiene un plan: reunificar el partido en una figura distinta, pero más progresista.
Asentar el gobierno
El problema es el presente. El gobierno ha hecho una apuesta, pero su crisis de credibilidad hace que cuanto más habla, menos crece. A eso se suma un calendario apretado en el que lo único claro parece ser que ya no habrá elecciones judiciales por el evidente riesgo de que quienes entren tengan criterio propio respecto a las cuestiones electorales.
Queda solo un año hasta elecciones, pero el desastre es tangible. La apuesta por los BRICS y su estrategia de crear un mercado paralelo entre país del Sur Global al margen del dólar es seguramente la salida correcta, pero va demasiado lento para un país que importa hasta la pasta y el cepillo de dientes después de dos décadas de nacionalización y supuesta industrialización.
Visita El lunes llega el presidente brasilero en un contexto de tensión mundial por el dólar y el avance de la ultraderecha
Si Arce no enfrenta el problema del dólar con medidas duras, como la exigencia de repatriar todos los dólares a los bancos y a otros sectores enriquecidos con el subsidio a los combustibles que se dejan los recursos en paraísos fiscales, no tiene opciones electorales y en ese caso, no tiene especial sentido sostenerse.
Lo que viene
De momento el lunes llega Lula da Silva, que hace tiempo que juega la grande y que no tiene especial interés en ejercer de mediador, pero cualquier gesto será mirado con lupa en la interna y, sobre todo, en el contexto internacional: hay elecciones en Venezuela a final de mes y la izquierda continental debe estar preparada ante cualquier eventualidad. Lula ha hablado de “las tonterías” de Milei justo en la semana en que el presidente argentino, a través de su comunicación oficial, ha cargado duramente contra Arce.
Después, el 10, el Tribunal Supremo Electoral, convertido ya en mediador o facilitador ante la incapacidad de hacer cumplir sus propios calendarios a los partidos para que se adapten a la Ley de Partidos, ha convocado una reunión de alto nivel entre partidos y bancadas con el presidente Arce incluido y el expresidente Evo excluido para tomar otras decisiones, probablemente la supresión de las Primarias y pactar un calendario electoral viable que probablemente deje también de lado las elecciones judiciales, permanentemente torpedeadas por los propios jueces.
Manfred, el candidato negado
Después de un par de años negando por activa y por pasiva, incluso con malas artes y palabras, una intención nacional en la gestión de Manfred Reyes Villa, esta semana se ha confirmado la misma. Primero con una suerte de bautismo de una bancada propia conformada por díscolos de CC y Creemos, luego con declaraciones medidas haciendo énfasis en ser factor de unidad y finalmente, entrando en el cuerpo a cuerpo con Evo Morales, que lo ha señalado candidato del arcismo. Era obvio, pero hace dos semanas lo seguían negando con vehemencia.